EXPERTOSdel Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario,Neiker-Tecnalia, han detectado por primera vez la presencia de unaavispa asiática que devora a las abejas melíferas, diezma sus coloniasy supone una "importante" amenaza para los apicultores europeos. Suhábitat natural se sitúa en China, el norte de la India e Indonesia, sibien a finales de 2004 entró en Francia, al parecer en un contenedor demadera que habría llegado al puerto de Burdeos.

Esteinsecto, de color oscuro, tiene el tórax y el abdomen prácticamentenegro, excepto el cuarto segmento que es amarillo. Las patas son decolor marrón con esquinas amarillas. Las reinas llegan a medir 40milímetros, aunque el resto de ejemplares son más pequeños y sóloalcanzan los 30 milímetros.

DesdeNeiker indicaron que, al igual que el resto de avispas, esta especieasiática mata abejas domésticas y otros insectos para alimentarse, peroéstas lo hacen "con mayor intensidad que las demás" debido a su"comportamiento agresivo" y depredador.

Desdesu llegada a Francia se ha extendido por el sur y en los últimos cuatroaños ha colonizado la totalidad de Aquitania e incluso algunas regionescentrales. El pasado martes fue detectada en dos colmenas de lalocalidad de Irun por expertos de Neiker que consiguieron identificarlaa través de sendas muestras aportadas por la Asociación de Apicultoresde Guipúzcoa.

En Francia se hanconstatado ataques diurnos de estas avispas, que viven en nidos depapel con forma de balón construidos en las copas de los árboles, entrelos meses de junio y diciembre.

Losejemplares invasores, que pueden constituir colonias de hasta 1.500individuos, esperan ante las colmenas de las abejas melíferas lallegada de las obreras que llegan cargadas de polen, las capturan y lasllevan a sus propios nidos, donde son devoradas. En ocasiones, lasavispas asiáticas llegan a penetrar en las colmenas y pueden acabar contodo el enjambre en relativamente poco tiempo.

Fuentesde Neiker concretaron que, al ser nueva en el ecosistema, las abejascarecen de defensas contra ella, al contrario de las asiáticas que sedefienden mediante un ingenioso sistema, ya que rodean a la invasora engrupos numerosos formando una bola y generan por acumulación unatemperatura superior a los 45 grados centígrados.

Seda la circunstancia de que las abejas pueden soportar temperaturasmayores, por lo que sobreviven mientras que la avispa agresora, mássensible al calor, muere. Al parecer, las abejas francesas ya hancomenzado a practicar una estrategia similar contra las invasoras.