vitoria. Es una constante que deja de sorprender. La violencia cada vez tiene más presencia en los sucesos que se registran en la capital alavesa. El último hito que refuerza esta teoría ocurrió el pasado lunes en las calles de la urbe gasteiztarra. Entonces, a la luz de la tarde, una patrulla de la Policía Local sufrió en sus carnes la sinrazón de un ciudadano que, motu proprio, decidió que las ordenanzas municipales no iban con él. Pese a la prohibición de entrar con mascotas en los locales públicos, el cívico ciudadano entró en un local de la calle Santo Domingo con su perro e hizo caso omiso de las indicaciones del propietario del negocio. Cuando llegaron los agentes al lugar señalado en la denuncia pública, el posteriormente arrestado arremetió contra ellos, tanto de palabra, como de obra. Claro está, los policías le detuvieron y le acusaron de ser el presunto autor de un delito de desobediencia.
El relato policial sitúa este hecho minutos antes de las 16.00 horas del pasado lunes en un conocido bar del Casco Viejo vitoriano. A esa hora y en ese lugar, el citado accedió al establecimiento junto a su can. Como las ordenanzas están para algo, el propietario del lugar le recordó la prohibición vigente y le conminó a sacar el animal a la calle, circunstancias que, al parecer, cayeron en saco roto.
Al comprobar el cariz que estaban adquiriendo los acontecimientos, se dio aviso a la Guardia Urbana de lo que sucedía. Al llegar al lugar de los hechos, los agentes volvieron a recordar al individuo que debía sacar a su perro del local. Por desgracia, en vez de hacerlo, insultó e intentó agredir a los agentes, que le redujeron y trasladaron a dependencias policiales.
Horas más tarde, a las 22.30 horas del lunes, una patrulla de municipales en funciones de patrulla interceptó en la calle Gasteiz a un varón de 38 años de edad cuyas características coincidían plenamente con las de la persona que días anteriores había protagonizado un robo con violencia en un establecimiento público de esta ciudad. Los agentes comprobaron los hechos y su presunta autoría. Por todo ello, se procedió a comunicar al retenido su condición de detenido como autor del robo.