Dos muertos en un fatal accidente en la N-240, en el pantano de Urrunaga

vitoria. Las carreteras alavesas sufrieron ayer una de esas tragedias difíciles de olvidar en forma de brutal accidente de tráfico. Dos personas fallecieron como consecuencia de una colisión entre un camión y un coche acaecida en la carretera N-240 a la altura de la localidad de Legutiano, muy cerca del cruce con la localidad de Elosu. El fatal siniestro segó las vidas de dos familiares de origen navarro, concretamente cuñados y residentes en Estella. Ambos, Javier Lisarri, estellés de 25 años, y Sergio Máquirriain, pamplonés de 38, viajaban en el turismo accidentado. El suceso tuvo lugar a las 12.55 horas, según confirmó el Departamento vasco de Interior. Por causas que todavía se están investigando, el coche -un Ford Fusion- y el vehículo pesado -de marca Renault- chocaron frontalmente en la ubicación citada provocando la muerte instantánea de los dos ocupantes del vehículo, que quedaron atrapados entre un enorme amasijo de hierros. El camión, por su parte, se precipitó por un terraplén hacia el embalse de Urrunaga como consecuencia del choque. No obstante, su ocupante, un varón de 33 años, fue trasladado únicamente con heridas de carácter leve al gasteiztarra Hospital Santiago para recibir asistencia médica. De hecho, pudo salir por su propio pie de su vehículo.

Los cuerpos sin vida de los fallecidos fueron trasladados al Servicio de Patología Forense de Gasteiz tras la llegada de los distintos efectivos sanitarios, Bomberos y servicios funerarios. La carretera permaneció cortada al tráfico hasta las 16.00 horas, momento en que se habilitó un carril para el tránsito. La Ertzaintza reguló la circulación de forma alternativa.

Los Bomberos desplazados al lugar, por su parte, se afanaron en controlar el vertido de combustible originado por el depósito del camión y limpiar la carretera, ante la peligrosidad del firme.

Tras superar un verano relativamente tranquilo en materia de accidentes de tráfico, este siniestro vuelve a engordar las trágicas estadísticas de muertes en el territorio histórico. En 2010, permanece en la memoria el mes de mayo, en el que fallecieron cinco personas en sólo cinco días. El día 10 , un hombre que se dio a la fuga en un control policial en Miranda de Ebro acabó chocando con un vehículo en la carretera N-I a la altura de Iruña Oka, muriendo ambos conductores. Ese mismo día, un joven de 16 años perdía la vida en Abetxuko después de empotrar su motocicleta contra un árbol y sólo cuatro después un hombre y su hijo de cinco años fallecieron al chocar contra un camión en la A-625, punto negro de la red viaria alavesa.