Donostia. Cada vez son más las mujeres vascas que afrontan la maternidad cuando ya han superado la barrera de los 40 años. De hecho, superan ya a las jóvenes que deciden tener un niño con menos de 25 años. El estudio de nacimientos realizado por el Instituto Vasco de Estadística Eustat relativo al primer trimestre de 2010 concluye que los nacidos de madres de 40 o más años se han incrementado un 19,5% respecto al mismo periodo de 2009, pasando de 260 bebés a 323. "Asimismo, los bebés de estas mujeres, que suponen un 6,5% del total (4.985), han superado a los nacidos entre las menores de 25 años (299 nacimientos)", recalcan desde el Eustat.
Y eso que a partir de esa edad, como indica Irune Alzola, ginecóloga de la clínica Virgen del Pilar, en Donostia, "lo más difícil es quedarte embarazada, porque a partir de los 40, la mitad de las mujeres es estéril, aunque tengan ciclos normales con reglas regulares".
Uno de los riesgos que va asociado a la mayor edad de la madre es el incremento de las posibilidades de que el recién nacido sufra síndrome de Down u otro tipo de enfermedad derivada de una anomalía cromosómica. Ahora bien, la madre tiene la posibilidad de realizar un diagnóstico prenatal para saber si padece dicha patología y, en todo caso, valorar la opción de interrumpir voluntariamente el embarazo si así lo cree oportuno.
"Desde el punto de vista del embarazo y del parto, no hay grandes diferencias", señala Alzola, en relación a una mujer que da a luz con 40 años o con 20. Sobre todo, si está sana. Porque sí que existen una serie de enfermedades, con mayor incidencia en mujeres maduras, de las que "se derivan un montón de complicaciones en el embarazo".
Se trata de la hipertensión, la diabetes y la obesidad, enfermedades que "suelen estar asociadas", explica la ginecóloga. La hipertensión, por ejemplo, "hace que los niños sean más pequeños y que les llegue menos oxígeno, por lo que tienen problemas para crecer". Con la diabetes estacional ocurre lo contrario, "los niños son más grandes y pueden tener problemas para pasar por el canal del parto, lo que aumenta el riesgo de cesárea", añade Alzola. "Pero si una mujer tiene 40 años está sana y no ha tenido otras enfermedades que le puedan producir complicaciones, para el embarazo y para el parto, realmente, la edad no es un gran problema", opina la ginecóloga de la clínica de Intxaurrondo.
En su opinión, las mujeres de más de treinta están "más preparadas emocionalmente para la maternidad que las de veinte, por el tipo de sociedad en la que vivimos". La estadística muestra que casi la mitad de los nacimientos (42,8%) se produce entre los 30 y 34 años. Pero, por otro lado, siguen dándose casos alarmantes. 65 jóvenes vascas dieron a luz durante los tres primeros meses del año con una edad entre 15 y 19 años. A esta cifra hay que añadir una madre que lo hizo con menos de 15 años. "Aunque están repuntando, aquí no hay tantos embarazos en adolescentes como en otras comunidades", afirma Alzola, una situación que tiene que ver "con la educación".
En el otro extremo tampoco es habitual encontrarse con muchos partos, al menos espontáneos. "Es muy raro tener hijos a los 50. En mi experiencia, la mujer embarazada más mayor que he tenido ha sido de 40 años".
En la CAV se produjeron 30 alumbramientos entre enero y marzo de madres de 45 o más años. No se detalla si fueron espontáneos o precisaron de los tratamientos de fertilidad, que cada vez son más necesarios al incrementarse la edad de la maternidad. "Tener un hijo a los 40 no es una cosa nueva. Lo que ha cambiado es que ahora muchas mujeres tienen su primer hijo a esta edad, cuando antes era el quinto o el noveno", matiza la experta. Además, ahora, las mujeres tienen, como máximo, dos o tres hijos. Del total de nacimientos del primer trimestre, el 55% (2.760) era de madres primerizas, el 37% (1.834) de madres que ya contaban con otro hijo, y sólo el 8% de los bebés tenía ya dos o más hermanos.
"La recomendación para las mujeres que quieran ser madres es que lo hagan en la década de los 30, aunque eso es muy difícil de manejar", sostiene Alzola. "La maternidad no tiene grandes apoyos en la sociedad en la que vivimos. Se ha dedicado muy poca atención a las madres. Es un problema social importante porque las mujeres tienen que dedicarse a ser madres y profesionales, y es muy difícil", opina la ginecóloga. Pero no sólo se retrasa la edad de la maternidad, sino que también desciende el índice de nacimientos en Euskadi.