Vitoria. Los padres y madres con hijos escolarizados en la red pública han recibido con sorpresa la subida de la cuota del comedor. Un repunte inesperado que, según denuncian, sobrepasa el precio pactado a finales del curso pasado con el Departamento vasco de Educación. Su enfado es constatable. La pasada semana mantuvieron una reunión en la sede de Ehige -Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de la escuela Pública- para analizar la cuestión y solicitar al área que dirige Isabel Celaá que explique si este encarecimiento va a redundar en la mejora del servicio o responde simplemente a cuestiones económicas.

El descontento de las familias con el funcionamiento de los comedores se hace evidente en un documento que han presentado para tratar de mejorar el servicio que se presta al alumnado. Dicha propuesta pone de relieve la falta de calidad de los menús elaborados por las empresas de catering que suministran a los centros, con dietas "excesivamente calóricas" y "abuso" de precocinados y fritos. Por ello reivindican comedores "con cocina propia", que posibilite las compras en el comercio del entorno y no sometan a la comida a manipulaciones de refrigeración y recalentamiento "superfluas", ni desplazamientos de muchos kilómetros. "No consideramos que el funcionamiento generalizado de los comedores mediante empresas de catering sea el más adecuado desde el punto de vista de la salud ni de la sostenibilidad", aseguran desde Ehige.

La autogestión del servicio es, de hecho, una demanda creciente entre los centros de la Comunidad Autónoma Vasca. Desde el año 2000, existe una orden por la que se regulan los comedores escolares de los centros docentes públicos en los niveles de enseñanza obligatorios y Educación Infantil. En su artículo 10 se establece que los colegios deben contratar obligatoriamente compañías de catering, que traen ya la comida preparada y seleccionan también al personal encargado de servir el menú y de cuidar luego de los escolares en el patio hasta que reinician las clases por la tarde.

En este sentido, el Parlamento Vasco acaba de registrar una iniciativa de Aralar para modificar la citada orden y fomentar la libertad de cada centro para que elija su modelo de gestión de comedores. La propuesta está basada en el análisis de otras experiencias, como la llevada a cabo en las escuelas de Larrabetzu o Erandio, donde el servicio está autogestionado y aprovechan la oportunidad para comprar los alimentos a los productores de la zona. A pesar de que la apuesta por esta alternativa deja a los centros sin la posibilidad de acceder a las subvenciones que concede Educación, el precio del menú es 15 céntimos más barato que lo que pagan las familias en cualquier otro centro: cuatro euros al día por cada alumno. "Aun así, planteamos que las escuelas que quieran autogestionar sus comedores puedan acceder también a las ayudas y medios materiales que tiene a su disposición las que recurren al catering", explica el parlamentario Dani Maeztu. La iniciativa cuenta con el apoyo de los sindicatos agrarios UAGA y EHNE.

formación del personal Al margen de cuestiones nutricionales, la propuesta presentada por las asociaciones de padres y madres al Gobierno Vasco para mejorar el funcionamiento de los comedores apuesta, además, por profesionalizar la labor de los cuidadores que trabajan en este servicio, habida cuenta de que en la actualidad el único requisito es estar en posesión del carné de manipulador de alimentos. Ehige cree que se les debería proporcionar una formación específica por considerar que el comedor tiene "un gran peso" en la socialización del alumnado. Además, aboga por revisar los ratios, ya que coincide en que cada cuidador se tiene que hacer cargo de un número elevado de escolares.