vitoria. La postura del Departamento de Educación, tutelado en su gestión por la socialista Isabel Celaá, de suprimir o crear grados en la oferta educativa de la Universidad del País Vasco (UPV) según la demanda de plazas que imponga la sociedad ya ha causado revuelo. Y lo ha hecho entre los principales beneficiarios de la educación universitaria: los estudiantes. De hecho, las hipotéticas supresiones de grados se han acogido con recelo en el seno de la asociación estudiantil Lurgorri. "Aunque no hayan especificado qué carreras, la declaración es inapropiada porque ya en julio el viceconsejero de Universidades, Pedro Luis Arias, hablaba de eliminar algunas con poca demanda cuando no tenían los datos de alumnos inscritos", denuncia Aratz Castro, representante de la citada organización. Esta protesta también la extienden a las intenciones de Celaá de querer suprimir ciertos estudios. "La consejera ha vuelto a insistir en esta idea, pero desde Lurgorri entendemos que el Gobierno Vasco debe respetar la apuesta que ha realizado la UPV en la oferta de grados para ver cómo evolucionan en la sociedad".

Becas "congeladas" Por otra parte, Lurgorri también denuncia que las ayudas económicas a los estudiantes también han empeorado por "copiar" la convocatoria de becas del Ministerio de Educación. "La cuantía es discriminatoria para los que siguen con el plan antiguo, de modo que un estudiante de una diplomatura tiene más dificultades para conseguir la misma beca, aunque cumpla los mismos requisitos que los de grado", explica el portavoz. Unas diferencias, que para Lurgorri, se agravan entre el colectivo con menor renta. "La beca salario para rentas bajas se ha congelado, a pesar de que estas familias sufren la subida del IPC y el IVA".

Una congelación que a este colectivo le llama la atención por no haberse trasladado ni a los precios públicos ni a las tasas de la Universidad del País Vasco. "Este año ha subido hasta un 30% el precio que cada estudiante de grado paga por cada asignatura, en función del tipo de especialidad. Lo consideramos abusivo e injustificado y que no ha explicado Educación".

Lurgorri hace especial hincapié en que aún la consejera de Educación, Isabel Celáa, no ha explicado la subida de precios, pese a que pidieron "las verdaderas razones del encarecimiento de los precios universitarios".

Prueba de ello son los datos que esta agrupación aporta al respecto. "Para el grado 1, en la UPV el precio para las diplomaturas o licenciaturas es de 15,45 euros. El de los alumnos que estudien nuevos grados es de 18,26. Para el grado 2, las titulaciones del plan antiguo cuestan 14,81 euros, frente a 17,65. Para el grado 3, 11,46 euros, frente a los 13,24 euros de los que han entrado en Bolonia", detalla Castro, en base a la comparativa de precios de las resoluciones 204/2009 de 24 de junio y la 186/2010 de 14 de junio del Director General de Formación Profesional y Universidades.

Un incremento que para la asociación estudiantil va a crear que la sociedad siga sin tener una buena idea del proceso auspiciado por Bolonia. "Estas decisiones del Departamento de Educación y Universidades no ayudan en absoluto a que la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior se convierta en un proceso positivo ni para los estudiantes ni para la universidad", valora el portavoz de la asociación Lurgorri.