vitoria. Pocos barrios de la capital alavesa han logrado eludir la actividad de las bandas especializadas en reventar vehículos en garajes o trasteros de comunidades de vecinos. La ola de este tipo de delitos asoló hace unos meses las zonas de nueva construcción, como Mariturri y Salburua. Después, el fenómeno se trasladó a la ciudad consolidada, donde los cuerpos policiales ya han sorprendido a varios amigos de lo ajeno en plena faena, por ejemplo, en calles de Coronación, o investigan otros altercados en Arriaga y el Anglo. Ahora, la plaga ya ha llegado a Ibaiondo. De hecho, tal y como pudo conocer DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, uno o varios individuos saquearon en la madrugada de ayer casi una decena de vehículos aparcados en el subterráneo de un bloque de pisos protegidos de la calle Río Bayas.

En concreto, el parte de daños derivado de la acción de los ladrones afecta a nueve vehículos. Todos ellos ofrecieron un suculento botín a los responsables del golpe, que se hicieron con todo tipo de aparatos electrónicos que se encontraban en el interior de los turismos y de una furgoneta, como DVD, GPS, equipos de música y CD. Aparte, unos días antes, los cacos se llevaron una moto entera del mismo recinto.

Se da la circunstancia de que el garaje asaltado reitera la fisonomía de las estancias visitadas con anterioridad por bandas que se han especializado en este tipo de actividad. Se trata de cocheras que, por regla general, dan servicio a varios portales y que, además de coches, albergan los trasteros del bloque. Aparte, la calle y la zona son poco transitadas. No incluyen en su callejero ni comercios ni establecimientos hosteleros. Es más, la citada es una vía poco transitada al ser parte de la reciente expansión capitalina hacia el Norte.

Grupos Por el momento se sabe que el objetivo primordial de los robos, sobre todo los que se producen en el interior de los vehículos, consiste en sustraer aparatos de alta tecnología. Y también se ha comprobado que ninguno de estos ingenios es revendido posteriormente dentro de la ciudad. Ante tales evidencias, los rectores de la Guardia Urbana tienen el convencimiento de que la práctica totalidad de los robos cometidos, tanto en trasteros como en coches, son obra de grupos organizados.