Laudio. La tradicional comida que desde hace 411 años organiza anualmente la Cofradía de San Roque de Llodio contó ayer con una novedad importante: La participación por primera vez de mujeres. La presencia de féminas en el banquete estaba prohibida desde que en 1959 se celebrase el primer almuerzo, un veto que hace dos años fue denunciado por un vecino de Llodio ante el Ararteko, quien le dio la razón y pidió a la Cofradía que corrigiera esta situación por ser discriminatoria.
Tras una larga e intensa polémica, la Cofradía aceptó hace dos meses romper esa norma interna y autorizó la incorporación de mujeres, siempre que éstas formen parte de la hermandad. Hasta este mes, sólo catorce de los más de 400 cofrades eran féminas y ninguna de ellas había solicitado incorporarse a la comida del último domingo de agosto.
A principios de mes, la Cofradía aceptó el ingreso de cinco nuevos miembros, uno de ellos Estíbaliz Gorostiaga, hija de Pablo Gorostiaga, ex alcalde de Laudio de HB e histórico dirigente de la formación abertzale, condenado por la Audiencia Nacional dentro del sumario 18/98 seguido contra varias organizaciones del entorno de ETA.
Estíbaliz Gorostiaga, tras ingresar en la Cofradía, solicitó participar en la comida celebrada ayer con el tradicional cocido de garbanzos y sopa de pan de pistola, rompiendo así una larga historia de cuatro siglos.
Gorostiaga se sentó en el sitio que tradicionalmente ocupaba su padre y que, previsiblemente, volverá a ocupar cuando salga en libertad. Además de ella, participó en la comida de ayer una monja de La Caridad, sor Marina, que ha sido invitada por el mayordomo de la Cofradía, José Luis Navarro, en reconocimiento a los 38 años que ha estado trabajando en Cáritas en el pueblo.