Vitoria. Atender a un herido en plena calle con el apoyo de una ambulancia puede convertirse en una actividad de riesgo, sobre todo en determinadas situaciones. Lo sabe bien la Unión de Técnicos en Emergencias Sanitarias de Euskadi (Osalatek) y, más en concreto, dos jóvenes profesionales -una técnica y una enfermera- que el pasado 5 de febrero fueron requeridas por un grupo de adolescentes, uno de cuyos integrantes se había roto la muñeca practicando skate. El escenario, las pistas del barrio gasteiztarra de Zabalgana.

Allí, un joven de 16 años perdía el control al realizar un truco con el patín y se estrellaba violentamente contra el suelo. Tras el impacto, y viendo la deformidad de su extremidad, los jóvenes solicitan la presencia de un vehículo medicalizado para trasladar al adolescente al hospital. El reloj pasa de las 19.00 horas y la ambulancia se presenta en el lugar. Como bienvenida, varios integrantes del grupo la reciben a gritos para hacerse ver en la oscuridad. Alguno de ellos, incluso, no duda en reclamarlas a insultos, como "hijos de puta", "cabrones" o "vais todo ciegos", desconociendo aún que en la ambulancia viajaban dos mujeres.

Al llegar al lugar, ambas se acercan al joven para realizarle la atención previa necesaria antes de trasladarlo a Txagorritxu, le acompañan a la ambulancia y, mientras tanto, varios miembros del grupo les sigue realizando comentarios de índole sexual sobre las profesionales. "Están buenas, ¿eh? Mario ha gozado. Le van a hacer una mamada en la ambulancia", se escucha en el vídeo que hasta ayer alojaba el portal Youtube pero que, poco después del mediodía, fue retirado por su autor. "¡Pídeles el número!", exclama otro joven.

Una vez dentro de la ambulancia, varios de los jóvenes rodean el vehículo y comienzan a golpear su carrocería a voz en grito. Pese a que una de las profesionales abre la puerta y les advierte de que va a llamar a la Policía Municipal, el grupo no desiste y despide a la ambulancia con más berridos y golpes. Uno de los jóvenes, finalmente, deja constancia de que los servicios de Osakidetza son "una puta mierda". Tras informar de este episodio, Osalatek exigió ayer al Departamento de Interior que establezca un protocolo de actuación que proteja a sus profesionales cuando trabajan en la vía pública y, así, evitar "las agresiones físicas y verbales que sufren frecuentemente".