bilbao. "A los sanitarios lo que nos corresponde es insistir en el tratamiento, porque el tabaquismo es una enfermedad que tiene terapia. La ley es una medida más para que se deje de fumar. Sin embargo, la gente la mira con miedo porque es punitiva. La prohibición y las multas tienen que ir unidas a otras alternativas", explica el especialista de Basurto, preocupado porque el tabaquismo se está convirtiendo en una enfermedad pediátrica, "ya que cada vez los chicos y las chicas se inician en el hábito a una edad más temprana", insiste Bustamante después de que el Gobierno Vasco haya hecho pública una encuesta de la que se extrae que la sociedad vasca respalda la prohibición de fumar en los establecimientos públicos cerrados. En concreto, seis de cada diez encuestados están a favor.

Aunque la ley no sea la panacea, ayudará a que se fume menos, ¿no?

Tengo claro que en otros países donde se ha implantado una ley más restrictiva, la respuesta ha sido buena; se ha conseguido un descenso de los fumadores. Lo que ocurre es que en la Mesa Antitabaco en la que se debate la situación están los sanitarios, hosteleros, empresarios... con intereses bien distintos. En la primera ley, aún en vigor, no se logró prohibir el tabaco completamente en los espacios públicos cerrados. De ahí que seamos el país más atrasado en este aspecto.

Está claro que la actual ley no funciona y hay que cambiarla.

La norma ha sido contradictoria. En Italia, la prohibición fue absoluta y los resultados han sido buenos porque la gente fuma menos. Además, no se trata de prohibir el tabaco - fuera de los locales se puede fumar- si no de que las personas fumadoras tengan claro que están haciendo que las de su alrededor fumen obligatoriamente.

¿Hay que respetar también los derechos de los fumadores?

Sí. A la vez que hay unos derechos de fumadores a tener en cuenta, existen derechos de los no fumadores que se vulneran. Una ley tiene que reivindicar esto. Tengo pacientes que no pueden ir a locales públicos porque el aire les perjudica; el tabaquismo pasivo es nefasto.

Pero se asume que el tabaco mata.

Sí. Pero al ser tan obvio, se olvida. El que se expone al tabaquismo pasivo no lo hace de forma voluntaria; no es la situación del fumador. Éste es un enfermo que en muchos casos lo quiere dejar.

¿El marketing de las tabaqueras va por delante?

Es difícil luchar contra las multinacionales. Lo ideal sería prohibir en bares y restaurantes el tabaco, pero al mismo tiempo dejar claro que la gente seguirá acudiendo a estos locales. Si el aire se mejora los clientes estarán más cómodos en el establecimiento.

¿Osakidetza tendría que financiar los tratamientos contra el tabaco?

Sí. Es la opinión de las sociedades científicas. Igual que el fumador con sus impuestos ha financiado muchas cosas, ahora también debieran facilitarle la terapia. No sólo el tratamiento medicamentoso, sino el que tenga unas consultas donde acudir para dejar de fumar.

Sería un dinero bien invertido.

Sí. Las medidas políticas sirven, pero la prevención es fundamental. Debería ser una prioridad urgente, pero no lo es; se deja pasar.

¿Además, cada vez los chicos y chicas empiezan a fumar antes?

Sí. A los 14 años. No tienen libre elección. El tabaco les entra por los ojos, por sistemas de publicidad que están muy estudiados. El tabaco se ha convertido en una enfermedad pediátrica. Esto hará que patologías aparezcan antes porque hace años se empezaba a fumar más tarde.