Vitoria. La circulación por las carreteras a menudo se complica por la ausencia de señalítica o paneles que en vez de guiar al conductor acaban por confundirlo del todo. Es por ello que el Departamento foral de Obras Públicas acaba de emprender los trabajos de mejora, con un gasto de 1,25 millones de euros.
La inversión se destinará para reforzar o reponer la señalización vertical y horizontal, así como balizas y otras medidas que consigan reducir la velocidad. Este último es el caso de los radares informativos, las señales luminosas o bandas sonoras. Estas mejoras se aplicarán en 34 travesías o tramos urbanos y en otras once carreteras, donde se han detectado puntos negros. Un motivo por el que, además de las anteriores actuaciones, también se incluirán barreras protectoras para los motoristas y ciclistas, a fin de que en caso de choque contra los guardarraíles, estos no actúen como cuchilla aún cuando su velocidad vaya al mínimo.
Así, por ejemplo, en la A-625-carretera que enlaza Orduña con Bilbao- hay tres puntos que han convertido en esta vía en la triste protagonista de los últimos años. Los vecinos de la comarca de Ayala reclamaban desde hace trece años reformas para reducir la alta siniestralidad que afectaba tanto a conductores como ciclistas.
Es esta última vía, donde el diputado foral de Obras Públicas y Transportes, Luis Zarrabeitia, reconoció que las nuevas necesidades del tráfico hacen obligatorio acometer los proyectos que están en marcha para disminuir la siniestralidad. A pesar de que los trazados parecen ser los correctos, la carretera ha experimentado un aumento considerable del tráfico. Hace algún tiempo, la A-625 tenía un flujo de 7.500 vehículos diarios de media. En la actualidad, esta cifra ha subido hasta los 10.500, llegando hasta los 14.000 en el enlace de Markijana. De hecho, en momentos puntuales, correspondientes a la salida y entrada al trabajo, se llegan a topes de 25.000 vehículos. Aunque el número de accidentes en la vía ha mejorado en los últimos años, no hay que olvidar que este mismo ejercicio ya se ha cobrado la vida de dos personas.
Una razón de peso que hizo que los ciclistas de la comarca de Ayala salieran a la calle en marzo en protesta por los atropellos de la zona, en especial a su paso por la localidad de Luiaondo.
alto de las chozas Otro tramo conflictivo de la comarca ayalesa es la A-624, en la que también se han detectado accidentes. Uno especialmente problemático es el del Alto de las Chozas, donde precisamente se están realizando obras para mejorar la circulación por la zona.
El último siniestro en la A-624 fue en mayo, cuando una mujer de 41 años y su hijo de siete resultaron heridos leves en la salida de Amurrio hacia la localidad de Ziorraga, cuando su turismo chocó contra una furgoneta que viajaba en sentido contrario. La madre se quejaba de un dolor en el cuello cuando fueron evacuadas a Cruces.