RIoJA Alavesa es una zona fantástica para sobrevolar en globo. El único problema es que hay pocos campos de cereal para despegar y aterrizar. A pesar de eso vamos mucho a esa zona, porque nos llaman muchos clientes para hacer publicidad o realizar recorridos". En esos términos se expresaba Óscar Ayala, presidente del Club Riojano de Aerostación, organizador de la X Regata Internacional de Globos Aerostáticos Crianza de Rioja, que se está celebrando desde el jueves al domingo, aunque en la primera jornada se tuvieron que suspender los vuelos a causa de la lluvia y el viento.
Ayer, por tanto, fue el primero de los días en que se pudo ascender, aunque a las siete de la mañana los organizadores, reunidos en un hotel de Haro, no lo tenían claro. El cielo aparecía nublado. Hacía frío, en torno a los 17 grados, y, esporádicamente, unas rachas de viento provocaban el desánimo entre los 21 pilotos inscritos en las pruebas. Además, el aire alejaba las esperanzas de sobrevolar Rioja Alavesa, como era la intención de los jueces de la prueba.
El protocolo de la regata establece que, una vez consultados los vientos previstos para el día en el Centro Nacional de Meteorología, notificada al aeropuerto la ocupación del espacio aéreo de la zona por los globos y celebrada la reunión, briefing, para informar a los pilotos de los pormenores de la jornada y de las pruebas, éstas se desarrollarán a una altitud máxima de entre 1.000 y 2.000 metros, después del amanecer (8.00 horas) y cuando caiga la tarde (19.00).
Por lo tanto, aunque las previsiones no eran muy optimistas, los organizadores, el director de carrera y los participantes decidieron arrancar, porque los pilotos estaban desesperados por alzar el vuelo. De esta forma, a las siete y media de la mañana, la comitiva se ponía en marcha en dirección hacia Cuzcurrita de Río Tirón, ya que los informes señalaban que el viento era menos intenso que en la zona de El Mazo, de Haro, desde donde se preveía salir según el programa.
el montaje El primero en llegar fue Óscar Ayala, que junto a su compañero Eduardo Losada ostentan el título nacional de longitud de norte a sur, sin escala, conseguido el 6 de marzo de 2008, cuando viajaron desde Haro hasta Extremadura. Si un globo volando resulta espectacular, el montaje no le anda a la zaga.
Óscar y otras tres personas más sacaron de un remolque el cesto de viaje, que lleva incluido en la parte superior los quemadores alimentados por gas y, a continuación, un gigantesco bolso en el que se guarda el globo. Lo primero fue extenderlo a y amarrar los cables a la estructura. Cuando los mas de 50 metros de tela estaban desplegados, se conectó un ventilador para llenarlo de aire, operación que se realiza con bastante rapidez. Cuando el globo había cogido volumen, pero todavía seguía tumbado, se encendieron los quemadores para calentar el aire, que es lo que en realidad hace que se eleve. Y ése es el momento de los nervios.
El globo comienza a elevarse y para mantenerlo en el suelo, se amarra al coche de transporte y se sujeta para que los invitados, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA y una televisión riojana, salten al interior del cesto. Mansamente, el globo comienza a elevarse como un suave ascensor, mientras Óscar continúa calentando el aire y su colaborador nos advierte, piadosamente, que miremos al suelo por si se abre y caemos en picado.
Entre bromas, que se repetían en el resto de globos que comenzaban a subir, los aparatos fueron ganando altura sobre el pueblo de Cuzcurrita. Los grandes campos de cereal ya segado dejaban ver toda su dimensión, que rivalizaba con el verdor de los viñedos y con los secretos que se ocultan en los patios cerrados de las casas: piscinas, huertas, jardines, cenadores… para, al final, quedar reducidos a esas fotos aéreas que existen en muchos ayuntamientos.
la mala noticia Como se había previsto, a los mil pies de altura el viento empujaba en dirección contraria a Rioja Alavesa, que quedaba envuelta entre la bruma matinal y las nubes que descendían de las cumbres de Sierra Cantabria. La dirección era Santo Domingo de la Calzada. Superado el perímetro urbano se abrieron los extensos campos de cultivos, tanto de cereales como de viñedos. Sobre los primeros, a pocos cientos de metros del pueblo, asustado por el ruido del quemador, saltó el primer corzo y a él le fueron siguiendo otros muchos, en una zona que parecía inerte para la vida animal. Hasta los propios pilotos, más acostumbrados a verlos, estaban sorprendidos por la cantidad de caza mayor que hay en los pocos kilómetros que separan Haro de Santo Domingo.
Al final, en un lateral de la carretera a Ezcaray, el globo descendió hasta el suelo, suavemente, frenando en seco al tocar tierra, mientras la tela se deshinchaba y quedaba extendida sobre la parcela, mientras accedía al lugar el coche de apoyo para cargar el material y trasladar a los viajeros nuevamente hasta Haro.
La elección de Haro como punto de partida tiene su razón de ser. Además del empeño de Ayala y Losada, es que fue en esta localidad donde los hermanos Montgolfière, precursores de la aerostación, hicieron durante el mes de la vendimia de 1804 una exhibición de la que queda constancia escrita. Desde hace diez años, así, se celebra esta prueba a la que acuden los mejores pilotos del mundo. El domingo, la regata tendrá la singularidad de que será en San Torcuato, en La Rioja, y en ella varios paracaidistas se lanzarán desde los globos en la primera prueba de estas características que se realiza en el país. Los organizadores ya toman aire.