Moscú. Las autoridades rusas declararon ayer el estado de emergencia en los alrededores de la central nuclear de Mayak, debido a que esta zona de los Urales sigue terriblemente amenazada por el fuego.

La alerta afecta a los bosques y parques de toda la región. El centro nuclear, situado en las cercanías de Chelyabinsk, en los Urales, no se ha visto afectado todavía por los incendios, aunque el temor a que sí llegue a producirse algún incidente ha provocado que hoy se celebre una reunión del gabinete de crisis del Gobierno ruso.

Los incendios han calcinado cientos de miles de hectáreas desde finales de julio, pero ha inquietado especialmente a las autoridades de Chelyabinsk (a 2.000 kilómetros al este de Moscú) por la proximidad de las llamas al centro que se dedica fundamentalmente a almacenar residuos nucleares.

Otro dato revelador es que la mayor ola de calor en la historia de las observaciones meteorológicas en Rusia, que muchos expertos consideran como la peor en mil años, y el denso manto de humo de los incendios forestales que hace hoy cinco días cubre Moscú han multiplicado por dos la mortalidad en la capital rusa. "En el último tiempo la mortalidad en Moscú ha aumentado al doble", admitió ayer en rueda de prensa el jefe del departamento de Sanidad del Ayuntamiento, Andréi Seltsovski, citado por la agencia Interfax.

se dispara la mortalidad La declaración hecha ayer por Seltsovski es la primera confirmación oficial de la versiones que ya circulaban en los medios e internet acerca de que la ola de calor y el humo de los incendios forestales en las afueras de la capital habían disparado las tasas de mortalidad en Moscú.

Según Seltsovki, en un período normal en Moscú se registran diariamente entre 360 y 380 fallecimientos, mientras que ahora son alrededor de 700.

El funcionario indicó que como consecuencia de ese aumento del número de muertes, los depósitos de cadáveres de la capital rusa están cerca del 90% de su capacidad.

No obstante el ministro de Emergencias ruso, Sergei Shoigu, señaló ayer que la situación en el país a causa de los incendios forestales es "mucho mejor" que hace unos días, pese a que en algunas zonas como Moscú el fuego aún provoca estragos.

Por otra parte, el instrumento del satélite Aqua de la NASA Sonda Atmosférica Infrarroja (AIRS por sus siglas en inglés) está realizando un seguimiento de la concentración y el transporte de monóxido de carbono de los incendios de Rusia. Las cifras presentadas aquí muestran la abundancia de monóxido de carbono presente en la atmósfera a una altura de 5,5 kilómetros.

La concentración de monóxido de carbono sigue creciendo. De acuerdo con estimaciones de la NASA para el 4 de agosto , la columna de humo de los incendios se extiende unos 3.000 kilómetros, de este a oeste, aproximadamente la distancia desde San Francisco a Chicago, informa el JPL (Jet Propulsion Laboratory).