vitoria. Después de que el Gobierno de Zapatero pactara con el PP no aplicar la subida de la luz prevista para estos meses, el gas sufre un segundo incremento en lo que va de año. En abril subió un 4,15% en el término variable, mientras que el 1 de julio la Tarifa de Último Recurso (TUR) aumentó 4,195 céntimos por kilovatio hora (kwh) para los consumidores de la tarifa T2, los hogares con calefacción a gas, lo que supone un incremento del 8,1% respecto al del trimestre anterior.

Además, el precio recogido en la revisión de la TUR es antes de impuestos, por lo que no incluye el incremento en el IVA del 16 al 18% que se aplicó en julio. El usuario de tarifa T2 tiene un consumo de entre 5.000 y 50.000 kwh al año, y su tarifa a término fijo se queda estable en 7,84 euros. Por su parte, para los consumidores de la T1, quienes gastan menos de 5.000 kwh al año (viviendas con gas generalmente destinado a cocina o calentador de agua), el término variable experimentará una subida del 7%, hasta 4,759 céntimos por kwh.

Perjudicados Ante la subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), las organizaciones de consumo se preparan para la avalancha de consultas y reclamaciones y, de momento, intentan aclarar al consumidor cuánto debe pagar y cuándo. El IVA consta en la actualidad de tres tipos impositivos: el superreducido (4%), el reducido (7%) y el general (16%). Sin embargo, el IVA general pasará del 16% al 18%, y el reducido aumentará un punto, hasta el 8%.

Esta subida, además de perjudicar económicamente a las familias, ha hecho que las asociaciones de pequeños empresarios, en su mayoría autónomos, y de consumidores de Álava, aseguren que no es el mejor momento para aplicar esta subida en plena crisis, ya que sólo ayudará a que el consumo caiga. Es por ello que critican que sólo la cartera de Elena Salgado sea la que salga beneficiada de este incremento impositivo, que pretende recaudar 5.150 millones para aliviar el déficit público. En cambio, los diversos sectores están convencidos de que la estrategia fiscal debería basarse en la bajada del IVA para reactivar el consumo, generar más puestos de trabajo y poder acabar con el déficit público. La última encuesta de presupuestos familiares elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) destaca que las familias dedican un 30% a gastos relacionados con el pago de la vivienda, agua, electricidad y gas.

Muchos consumidores y proveedores pueden tener dudas en casos concretos como en compras, facturas o contratación de servicios. En el caso de las facturas de suministros de servicios como el gas, la telefonía, la electricidad o el arrendamiento, el IVA aplicado será el vigente en el momento de emitir la factura, aunque el consumo corresponda al mes anterior.

Este aumento provoca la desconfianza de los empresarios y hace que miles de familias tengan que recortar gastos para poder pagar las altas facturas de gas que llegarán mensualmente a sus casas perjudicándoles económicamente.