Conseguir una mesa para comer hoy, día de la bajada de Celedón, es ahora mismo misión imposible. Los restaurantes típicos están completos. "Todo lleno, tengo todo lleno. A esa hora imposible; mira, si quieres a las 13.00 horas aún y todo", se escucha responder al gerente de un conocido asador del centro. El sector al completo, sobre todo, en el núcleo fundacional y en las calles adyacentes, hacen su agosto en días como hoy y mañana. "Tenemos lista de espera. También llaman pidiendo ampliar el número de comensales, pero tenemos que decirles que es imposible. Ya no tenemos mesas ni sillas", dice la responsable de un local del resbaladero. Con alguna excepción, la mayoría de los restaurantes considera los días de Santiago, el del txupinazo y el de La Blanca como los mejores. Pero no hay que desesperar. Existen resquicios para encontrar espacios. Si no es en el establecimiento más caro, existen bocaterías que, por una tarifa módica, son capaces de satisfacer a estómagos hambrientos.
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