Vitoria. Los ciudadanos podrán pedir un bocadillo en las txosnas o cenar en el recinto ferial con la tranquilidad de saber que los puestos de venta de alimentos cumplen las condiciones higiénico-sanitarias que marca la legislación. Para ello, desde el Ayuntamiento de la capital alavesa se ha puesto en marcha un operativo con el único objetivo de erradicar cualquier comportamiento que atente contra la salud de los consumidores en fechas tan señaladas como son las de La Blanca. En ese sentido, desde la Administración local ya está todo listo para que propios y extraños puedan disfrutar estos días sin preocupaciones. En concreto, el Departamento Municipal de Salud y Consumo (Demsac) ha decidido inspeccionar 250 locales de hostelería permanentes de la zona centro, las txosnas y las barracas de Mendizabala para comprobar que las condiciones higiénico-sanitarias de sus instalaciones son las adecuadas.
Además, vigilará la venta ambulante para evitar que se comercialicen productos prohibidos. "La labor del Ayuntamiento es fundamental para que la ciudadanía disfrute de estos días con tranquilidad y no tenga que preocuparse por lo que consume. Realizamos controles exhaustivos que aseguran la calidad de los productos", explicó ayer el concejal de Salud y Consumo, Peio López de Munain.
En concreto, los bares y restaurantes situados en las zonas de mayor afluencia, especialmente los de la zona centro y el Ensanche, serán los más vigilados. En las visitas que realizarán los técnicos municipales, junto con los de una empresa privada contratada especialmente para ayudar en estos días -"por el volumen de trabajo en fiestas", según explicó el concejal-, se comprobará la totalidad de las instalaciones: la barra, la cocina, el almacén, el comedor, e incluso, los aseos. Al mismo tiempo, se controlarán las condiciones de manipulación de alimentos, las temperaturas de las cámaras y la correcta exposición de los pintxos.
Además, a falta de un día para que Celedón dé por comenzadas las fiestas, el Consistorio ya ha hecho entrega a los establecimientos temporales de un documento en el que se recogen todos los requisitos que deben cumplir. El Ayuntamiento realizará una inspección a todas las txosnas instaladas el primer día de su puesta en marcha para, posteriormente, volver a visitar aquellos puestos en los que se encuentre alguna deficiencia. En este caso los aspectos que más se controlarán serán la higiene del mostrador, las zonas de manipulación, las cámaras y la temperatura, la identificación de los alimentos y la utilización de vajilla desechable.
Dentro del recinto ferial se vigilarán con especial atención los mesones -establecimientos de decoración típica donde se sirven comidas y bebidas- al considerarse estos uno de los puntos de mayor riesgo sanitario ya que reciben gran afluencia de gente, están a la intemperie (con temperaturas ambiente altas) y manejan productos de riesgo como mayonesas o pescados, según López de Munain.
Las churrerías, heladerías o locales de venta de encurtidos también recibirán visitas en las que los técnicos realizarán una toma de muestras de determinados productos como cremas, churros rellenos y helados para analizarlas en el laboratorio municipal. "De momento las muestras que hemos recogido han dado negativas, está todo correctamente", aseguró el director del Departamento de Salud y Consumo, Juan José Estíbalez.
Productos prohibidos En otro orden de cosas, el sonido de las vuvuzelas no molestará a los gasteiztarras durante las fiestas de La Blanca, o al menos eso pretende el Ayuntamiento de Vitoria. No en vano, la institución ha prohibido a los comerciantes que vendan estos productos.
Para ello, el Departamento de Salud y Consumo y la Policía Local realizarán de forma conjunta la vigilancia y control de la venta ambulante. Visitarán los puestos que poseen autorización municipal, y que están ubicados en el Paseo de la Senda y en la calle Carmelo Bernaola para que no se comercialice con productos prohibidos, como vuvuzelas, artículos pirotécnicos o elementos falsificados, y que se tienen todos los papeles en regla.
Por otra parte, López de Munain advirtió de que las pistolas de pompas de jabón, en un principio inofensivas, no lo son tanto. De hecho, pueden decolorar la ropa, principalmente la no sintética, como el algodón. El concejal socialista pidió que se tuviera cuidado porque ya ha recibido tres denuncias al respecto. Sin embargo, "no se van a prohibir porque no tienen efecto sobre la salud", añadió.