ciudad del vaticano. El Vaticano denunció ayer su "indigación" por la profanación de las tumbas de dos cardenales que, según la Santa Sede, se llevaron a cabo el jueves pasado durante el registro del arzobispado de Malinas-Bruselas.
El Vaticano ha expresado "asombro" por el modo en el que se llevaron a cabo los registros, realizados también en la vivienda personal de un cardenal y que pretendían buscar documentos que corroborasen una denuncia de abuso sexual a menores por parte de miembros de la Iglesia Católica. La Santa Sede aseguró que durante los registros se produjo "la profanación de las tumbas de los cardenales Josef-Ernest Van Roey y Léon-Joseph Suenes, difuntos arzobispos de Malinas-Bruselas". A su vez, añadió el lamento por algunas infracciones de la confidencialidad, "a la que tienen derecho esas víctimas por las que se han realizado los registros". Por otra parte, el Vaticano expresa su "firme condena a todo tipo de acto pecaminoso y criminal de abuso a menores por parte de la Iglesia", e insiste en la "necesidad de reparar y de afrontar tales actos de modo conforme a las exigencias de la Justicia y a los enseñantes del Evangelio". Y es que el jueves pasado agentes de la policía belga y funcionarios judiciales registraron la sede del arzobispado de Malinas-Bruselas y la vivienda personal de un cardenal en busca de documentos que confirmasen una denuncia de abuso sexual a menores por parte de miembros de la Iglesia Católica.
La operación incluyó también un registro en las dependencias de la catedral de Sint-Rombouts, además de al domicilio del anterior arzobispo, el cardenal Danneels.