vitoria. Desde que en el mes de mayo se interrumpieran las reuniones de la mesa negociadora del convenio colectivo de la hostelería alavesa hasta ayer, los sindicatos del sector habían sido una piña. Entre los cuatro diseñaron y convocaron una huelga a la medida del territorio, un paro que coincidiría con uno de los principales eventos de ocio de Vitoria y con un certamen deportivo de repercusión europea. UGT, CCOO, ELA y LAB mantuvieron durante todo este tiempo el mismo discurso y no mordieron los cebos que les tendían desde la Asociación de Empresarios de Hostelería de Álava, cuyos representantes, como es habitual en este tipo de procesos trataron de hacer buena la histórica máxima de "divide y vencerás".

Pero después de que el miércoles se celebrara casi de tapadillo una reunión matutina entre todos los interlocutores y se cerrara un segundo encuentro para ayer por la mañana, la estrategia de la patronal surtió por fin el efecto deseado. Pedro Castellanos, portavoz de los empresarios, plantó sobre la mesa la oferta "definitiva". Una subida del IPC real de 2010 y nada más. O se aceptaba y hasta fin de año todo el mundo se olvidaba de mejoras sociales, o estallaba la huelga y las posiciones se enquistaban otro año más. Con esta postura se apelaba a la responsabilidad de los sindicatos, cuya unidad se resquebrajó. UGT y CCOO, cuya representación dentro de la mesa ronda el 75%, recogieron el guante y, pese a su manifiesto descontento, aseguraron haber llevado a cabo "un ejercicio de responsabilidad" y destacaron que "no se nos puede pedir que seamos la punta de lanza de todo". Las dos centrales firmantes unificaron su discurso y aseguraron que "no pasa nada, ya que no se pierde nada".

En el otro lado de la barrera, ELA escenificaba la divergencia con sus hasta entonces compañeros de lucha, mediante la emisión de un comunicado en solitario en el que explicaban que el preacuerdo cerrado "no mejora las condiciones del sector". "Al desconvocarse la huelga se ha perdido una gran oportunidad", lamentaron. LAB, pese a gozar tan sólo de voz y no de voto en la mesa, se alineó con ELA y sus portavoces censuraron que la patronal no haya exhibido voluntad negociadora alguna durante todo este proceso, ya que sus ofertas han sido siempre a su juicio del tipo "lo tomas o lo dejas".

En su comunicado bilateral de ayer, UGT y CCOO explicaron que "la propuesta de los empresarios garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios, que era la principal reivindicación de los trabajadores". "Se ha acordado -subrayaron- un incremento salarial del IPC real del año 2010 con una subida a cuenta del 1%". Diferente análisis de la misma cuestión efectuaron los representantes de ELA, quienes censuraron que "desaparece del convenio colectivo la claúsula que garantizaba la no devolución de la subida salarial en el caso de que el IPC real final sea inferior a la cantidad anticipada".

UGT y CCOO subrayaron ayer que "sin renunciar a conseguir otras mejoras en los años siguientes, hemos hecho un ejercicio de responsabilidad para no perjudicar a las empresas ni a la imagen de la ciudad en los dos eventos tan importantes como los que se celebran este fin de semana". "Ni la reducción y regularización de la jornada laboral, ni la ampliación de las licencias y permisos, ni los incrementos de los complementos en casos de incapacidad temporal por enfermedad común mejoran con este preacuerdo", respondían desde ELA.

En lo que sí coincidieron las cuatro centrales fue en el deseo de que la unidad sindical se recobre para el 1 de enero de 2011, fecha en la que preven ponerse a trabajar en la negociación del próximo convenio.