VITORIA. El lehendakari Patxi López presidió la reunión del Consejo Asesor del Euskera, el órgano encargado de coordinar las políticas de normalización lingüística. La solemnidad que se pretendió dar al acto no fue arbitraria, porque desde que López entrase en Ajuria Enea no se había vuelto a convocar el Consejo ni ninguna de sus comisiones. La última reunión se convocó el 2 de febrero de 2009, con el tripartito aún en el Gobierno. Este paréntesis de 16 meses ha paralizado por completo el desarrollo de la iniciativa Euskera 21, la reflexión de consenso -se logró en aquella última reunión- respecto al futuro del euskera en el siglo XXI.

Uno de los principios rectores del documento Hacia un Pacto Renovado Euskara 21 establece como "objetivo inexcusable" la revisión del Plan General de Promoción del Uso del Euskera (EBPN), a fin de "pulir tan valioso instrumento y adaptarlo a los inicios del siglo XXI". Estos principios también fueron compartidos por el PSE. Se da la circunstancia que el actual Gobierno no ha hecho nada al respecto. Es más, ayer, a puerta cerrada, los miembros del Consejo pudieron comprobar que la no convocatoria del órgano que redactó Euskara 21 no ha sido casual, ni producto de las eventualidades lógicas derivadas del cambio de gobierno, sino una decisión orquestada por el actual Ejecutivo para agotar el mandato de los 40 vocales independientes, personalidades de reconocido prestigio en los diferentes ámbitos sectoriales que inciden en el proceso de normalización lingüística.

Según fuentes consultadas del mundo euskaltzale, la operación diseñada por el Ejecutivo López para ocultar ante la opinión pública su intención de no reanudar la actividad del Consejo hasta no tener pleno control del mismo ha sido "bastante chapucera". El mandato de tres años de estos 40 miembros independientes expira el 16 de octubre, momento en el que la Viceconsejería de Política Lingüística nombrará a nuevas personas. Así que el Gobierno López lo que ha hecho ha sido convocar ayer la primera reunión para hacerse la foto, e intentar acallar las críticas cada vez más insistentes, para a continuación anunciar que no se trabajará en verano, después de año y medio de inactividad. Por lo que llegará octubre y los nuevos nombramientos. Será entonces, el renovado Consejo Asesor del Euskera comenzará a trabajar en la revisión del Plan General de Promoción del Uso del Euskera, tal y como exigía hace ya dos años el documento Euskera 21.

Por lo demás, el acto de ayer sirvió para que Patxi López, cuya presencia se esperaba en el Consejo de Gobierno extraordinario en el que se aprobó las medidas anti-crisis, se hiciera la foto y presentase las líneas maestras de la política lingüística que pretende desarrollar. En su discurso al inicio de la reunión se comprometió a desarrollar una política lingüística destinada a "corregir la asimetría" de la lengua vasca respecto al castellano, aunque siempre desde "el equilibrio, el respeto a la pluralidad y sin marginaciones". Definió la revisión del Plan General de Promoción del Uso del Euskera y el desarrollo Euskera XXI como "dos de nuestros principales trabajos" durante esta novena legislatura, y concretó que en el primer caso resulta necesario llevar a cabo una tarea de actualización para aprovechar los nuevos instrumentos de promoción de las lenguas.

Por su parte, la consejera de Cultura, Blanca Urgell, manifestó que es necesario "lograr que el espacio del euskera sea cada vez mayor", ya que existe el peligro de "sacar al euskera de aquel pozo profundo y oscuro construido a base de prejuicios", para luego "encerrarlo en el ámbito demasiado constreñido de la Administración". "El euskera no puede ser una lengua burocrática de funcionarios, como lo era el latín".