vitoria. El consejero de Transportes del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, cifró ayer en 303 millones de euros el sobrecoste de las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) en el tramo guipuzcoano, una variación respecto a las previsiones iniciales cuyo grueso atribuyó a las mejoras realizadas para reducir el impacto medioambiental de esta insfraestructura.

Arriola dio a conocer las nuevas estimaciones económicas para el ramal gipuzcoano de la Y vasca ante la Comisión de Transportes del Parlamento Vasco, en una comparecencia que había sido solicitada por Aralar. El consejero, durante su intervención, precisó que aunque el pasado mes de mayo se habló de un encarecimiento de 260 millones respecto a la previsión que los ejecutivos central y vasco realizaron en 2006, cuando firmaron el acuerdo de colaboración para la construcción del TAV en Euskadi, dicha cifra no incluía los costes de las expropicaciones.

De esa forma, el sobrecoste del ramal guipuzcoano se estima en estos momentos en 303 millones de euros. Este tramo es el único de cuya construcción se encarga el Gobierno vasco, que también adelanta su financiación. Los ramales de Álava y Bizkaia corren a cargo del Ejecutivo central, que también es el que, en último término, sufraga la totalidad de los trabajos en los tres territorios.

La estimación, a día de hoy, del coste de las obras de la Y vasca en el territorio de Gipuzkoa es de 1.945 millones de euros. No obstante, Iñaki Arriola subrayó que no se trata de una cifra "cerrada de forma absoluta", dado que un 35% del trazado aún está en fase de estudio informativo. Además, también pueden producirse otras alteraciones en el presupuesto como consecuencia de posibles bajas en el presupuesto de las adjudicaciones y por otros factores.

El consejero indicó que el grueso del sobrecoste se debe a las mejoras introducidas en el proyecto para reducir el impacto medioambiental de los trabajos y para mejorar su integración en el entorno urbano. Estos cambios, según indicó el consejero, han sido consensuados con la Administración central.

Como ejemplo, citó la creación de 13 nuevos falsos túneles, que supondrá un sobrecoste de 55 millones de euros, los cambios en terraplenes y viaductos - por valor de 20,7 millones- o las modificaciones en trazados y nuevas funcionalidades en la línea, que supondrán un encarecimiento de 108,6 millones. Todas estas actuaciones, según resaltó Iñaki Arriola, han sido impulsadas "por este Gobierno".

algunos recortes En el incremento del coste de las obras también han influido, adelantó en titular de Transportes, los cambios introducidos en dos tramos en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Supremo. En total, las modificaciones introducidas en el ámbito del impacto paisajístico ascienden a 226 millones de euros.

Aunque la suma total de todos los cambios, incluidos los ajenos a las mejoras en el impacto ambiental, asciende a 330 millones, el sobrecoste final se reduce a 303, debido a la actualización de algunos precios respecto al año 2006, entre otras causas.

Arriola reconoció que la cuantía del aumento del presupuesto "es importante". No obstante, explicó que el esfuerzo inversor merece la pena debido a que supondrá sustanciales mejoras respecto a lo proyectado en 2006.

Por otra parte, y en la línea de lo que viene afirmando en las últimas semanas, el consejero de Transportes confió en que los recortes en el gasto público anunciados recientemente por el Ministerio de Fomento "afecten lo mínimo" posible al desarrollo de esta infraestructura.