Vitoria, 1 jun (EFE).- Cada año se producen en Álava 300 intentos de suicidio relacionados en muchos casos con el consumo de tóxicos, y más de la mitad de los pacientes que trataron de quitarse la vida no había tenido contacto previo con los servicios de salud mental.

Éstas son algunas de las conclusiones de un estudio de la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría (SVNP), dado a conocer hoy por el especialista Iñaki Zorrilla, tras estudiar un millar de casos atendidos en el Hospital de Santiago de Vitoria entre enero y julio de 2009.

De los 300 intentos de suicidio que se registran en Álava anualmente, un 10 por ciento había tenido un episodio previo de psicosis, ha destacado este psiquiatra en un comunicado, en el que recuerda que los trastornos de ansiedad y depresivos y las drogadicciones son las causas más frecuentes de consulta en las Urgencias Psiquiátricas del País Vasco.

El estudio también pone de relieve que un 40 por ciento de quienes acuden a estos servicios por patologías duales derivadas del consumo de tóxicos presenta conductas suicidas.

Además, el 60 por ciento de estos pacientes no habían tenido contacto previo con los Servicios de Salud Mental, según ha constatado la psiquiatra del Hospital Santiago Ana González-Pinto, quien ha subrayado la importancia que tienen estos servicios para orientar a los enfermos sobre cómo tratar su trastorno.

"Las urgencias psiquiátricas son muchas veces la vía gracias a la cual los pacientes tienen su primer contacto con la red de salud mental, ya que son las únicas que atienden las 24 horas", ha comentado esta especilista.

Cuando llegan a Urgencias, a los pacientes con ideaciones suicidas se les hace un "screening" para determinar cuántos presentan un riesgo elevado, y cerca de la mitad requieren un ingreso para observación, mientras que al resto se le hace seguimiento ambulatorio.

Iñaki Zorrilla también ha puesto de relieve que ha aumentado el número de pacientes inmigrantes, "sobre todo por patologías ligadas al desarraigo" y que, debido a la crisis, se ha incrementado la desesperanza, "lo que provoca síndromes ansiosos y depresivos". EFE