Vitoria. El yacimiento de Iruña- Veleia volverá a la actividad este mismo verano después de dos años de parón como consecuencia del escándalo desatado por el hallazgo de unos grafitos que luego resultaron ser falsos, según concluyó la Diputación alavesa. Los trabajos, que se prolongarán durante los próximos diez años, se centrarán en dos nuevas áreas de excavación que van más allá del Oppidum. Además, se crearán cinco rutas para que los visitantes puedan conocer de cerca los restos romanos más importantes de Euskadi.

El Gobierno foral aprobó ayer el Plan Director de Iruña-Veleia, una herramienta "estratégica" para lograr la recuperación integral del yacimiento alavés, según explicó ayer la diputada foral de Cultura, Lorena López de Lacalle. El proyecto ha sido elaborado en virtud de un convenio de colaboración rubricado con la Universidad del País Vasco, que bajo la coordinación del profesor Julio Núñez Marcén, se encargará de las investigaciones científicas durante la próxima década.

El proyecto plantea la urgencia de acometer una serie de actuaciones a la vista del estado de determinados elementos y de la necesidad perentoria de ciertos recursos. Así, una de las prioridades será el inicio de las obras de conservación de la puerta sur y de los lienzos adyacentes a la muralla, ya que corren el riesgo de desprenderse, tal y como avanzó ayer Núñez. Además, se procederá a colocar un nuevo vallado en torno al yacimiento, que permitirá abordar nuevas áreas de excavación, pero también ahondar en la difusión, de forma que se pueda contemplar directamente los elementos monumentales de la ciudad. La intención es acercar al visitante hasta los trabajos que realizan los arqueólogos, al igual que se está haciendo en la Catedral Santa María de Vitoria, para que conozcan in situ la metodología que utilizan estos expertos.

Por último, el mapa de prioridades también contempla actuaciones en los sectores excavados hasta ahora en el interior del Oppidum, en función del riesgo que corren los muros antiguos de las zonas en las que se intervino anteriormente. Sin embargo, el núcleo de Iruña-Veleia no será una de las prioridades de este Plan Director, que pretende demostrar "que el yacimiento contiene más información histórica" de la que ofrece el Oppidum, que es como se llama al lugar elevado o fortificación de los poblados romanos.

En este sentido, se plantean dos nuevas zonas de excavación en el exterior, una al sureste y otra al noreste, donde diversos autores han supuesto la existencia de una segunda puerta. Además, se trabajará sobre un tercer sector, más pequeño, ubicado al norte del denominado castellum aquae. En total se actuará sobre una superficie de 26.500 metros cuadrados. "En 14 años de trabajo de Lurmen se trabajó sobre 2.100 metros cuadrados", recordó la diputada, en referencia al equipo de arqueólogos que lideraba Eliseo Gil hasta 2008, cuando le fue retirado el permiso para continuar con las excavaciones.

El objetivo de estas nuevas investigaciones será profundizar en el conocimiento de la etapa prerromana del yacimiento para definir la extensión real del poblado y contrastar así las hipótesis manejadas hasta la fecha. También se tratará de determinar el contexto de las influencias de la vía XXXIV Astorga-Burdeos.

visitas El decálogo de novedades incluye cinco recorridos, que estarán interrelacionados entre sí. Habrá una primera ruta para conocer el interior del Oppidum, así como una visita a la muralla. También se establecerán dos itinerarios en los nuevos sectores de excavación y una última ruta que recorrerá el perímetro del yacimiento, bordeando el Zadorra. Paralelamente se construirá un centro de acogida de visitantes.

Cabe destacar, además, el diseño de una nueva estrategia de difusión que tendrá como objeto vincular de un modo directo el Bibat y el yacimiento, tanto a nivel de señalética como hermanando una serie de contenidos de ambos espacios.