vitoria. En una coyuntura de crisis como la actual y de creciente demanda de ayudas sociales, la potenciación de diferentes programas de inserción socio-laboral constituye una muy buena receta para escapar del laberinto. Durante el pasado 2009, nada menos que 1.882 personas se beneficiaron de los programas de inserción socio-laboral promovidos por el Ayuntamiento de Gasteiz, que incluyen desde recursos prelaborales hasta de empleo con su correspondiente remuneración, y que requirieron una inversión de 1,28 millones de euros. Según los datos aportados ayer por el departamento de Inserción Social, los cursos ofrecidos propiciaron el acceso de 254 personas a un contrato laboral.
Existe una importante diversidad de alternativas en función de la necesidad de cada individuo, desde las clases de castellano antes de iniciar la búsqueda laboral, orientadas al colectivo inmigrante, pasando por los talleres de bricomanualidades o programas de hostelería, limpieza y mantenimiento de piscinas o rehabilitación de viviendas, entre otros. La crisis ha provocado que el perfil de demandantes de esta formación haya cambiado sustancialmente en los últimos meses.
Según destacó el concejal de Asuntos Sociales, Peio López de Munain, se han multiplicado las demandas entre ciudadanos nacidos en el Estado, de entre 50 y 65 años y que hasta hace poco contaban con un trabajo estable. También, las de inmigrantes que, acostumbrados a trabajar, también se han visto afectados por la crisis; el Ayuntamiento, con este colectivo, pretende que su situación de desempleo "no se cronifique" para aliviar, en la medida de lo posible, la caja de las ayudas sociales. En el último grupo, más heterogéneo, entran familias monoparentales o extranjeros no regularizados.