vitoria. Los problemas de la voz van en aumento cada año y los especialistas afirman que en el futuro lo seguirán haciendo. En la actualidad, el 5% de la población sufre algún trastorno de la voz que requiere atención médica. Entre los más afectados se encuentran los docentes; de hecho suele ser la causa más frecuente de baja laboral. Casi una cuarta parte de este colectivo presenta alteraciones de este tipo como consecuencia de su actividad profesional.

Los entornos ruidosos obligan a la población a alzar y a forzar la voz: una actitud dañina pero también muy frecuente entre la población en condiciones normales. Para concienciar sobre la importancia de un uso correcto de la voz, la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Patología Cérvico Facial (SEORL PCF) celebró ayer el Día Mundial de la Voz. Aprovechando la cita, el Hospital Txagorritxu organizó una sesión clínica dirigida al personal.

Los expertos en Otorrinolaringología reconocen que está muy extendida la costumbre de hablar alto, por encima de la capacidad funcional normal de la voz, sobre todo en situaciones lúdicas y de ocio. Esta actitud favorece la aparición de lesiones y repercute, asimismo, en la calidad de vida de los pacientes, ya que los especialistas aseguran que en los países desarrollados tener un problema de voz puede derivar en dificultades profesionales y económicas. También recuerdan que, si las lesiones aumentan y no se tratan adecuadamente, en situaciones extremas, el deterioro de la voz puede llegar a impedir la comunicación entre el afectado y su entorno. Dentro de los colectivos más afectados por las lesiones de voz se encuentran los docentes y los profesionales de atención telefónica. Ambos necesitan hablar durante varias horas seguidas y, muchas veces, no disponen de los recursos apropiados para ejercer la comunicación. Los profesores se enfrentan diariamente a clases ocupadas por decenas de niños en salas sin la acústica adaptada o micrófonos y, por su parte, los profesionales de atención telefónica carecen en ocasiones de los métodos tecnológicos que deberían manejar. Teleoperadores, relaciones públicas o personal de marketing, así como camareros son las siguientes profesiones con más probabilidades de sufrir daños en la voz. En lo que respecta a hombres y a mujeres, son ellas quienes sufren más trastornos de la voz debido a diferencias anatómicas de la laringe. La franja de edad en la que las lesiones son más frecuentes se sitúa entre los 25 y los 45 años.

En este sentido, los especialistas establecen cuatro niveles según el riesgo que tienen algunos colectivos de padecer problemas de la voz. En el primer nivel se encuentran aquellos profesionales que emplean la voz de forma básica, como los dependientes de establecimientos y comercios. En un segundo nivel están aquellas personas que trabajan con la voz y necesitan que ésta sea eficaz, tales como médicos, abogados o sacerdotes. Ocupando un tercer nivel se encuentran los colectivos que requieren que su voz sea eficaz y también tenga calidad, como los locutores de radio o los actores. En el nivel más alto están los cantantes: su voz debe poseer calidad, eficacia y debe "trasmitir". Por esta razón, este último colectivo es el que más se cuida la voz y el que, quizá por ello, menos problemas padece.

Las lesiones de la voz suelen tener un buen pronóstico; sin embargo, si no se acude al médico o al especialista y no se sigue el tratamiento adecuado, pueden aparecer diferentes trastornos más graves. La disfonía es el problema más frecuente y suele ir acompañado de ronquera, carraspera, aspereza, cambios en el tono, afonía e incluso dolor agudo o sordo asociado con el uso de la voz. Sin embargo, cada vez son más comunes entre los ciudadanos otros problemas de mayor gravedad, como la aparición de pólipos laríngeos.