vitoria. La Formación Profesional se va renovando a medida que sus alumnos presentan nuevas necesidades. Los centros ofrecen ya distintas vías para poder cursar estos estudios de forma paralela a la oferta oficial. El sistema de reconocimiento de competencias, a través del que se concede un título en función de la experiencia laboral, es una de las grandes novedades de la nueva legislación que regula la FP, pero no la única. La cantidad de jóvenes que compaginan estudios y trabajo ha llevado a idear un modelo que les deje seguir formándose, aunque con un itinerario mucho más flexible. La llamada oferta parcial, que permite matricularse en asignaturas sueltas, puede ser la solución para este tipo de alumnado, y por ello el Gobierno Vasco anima a los centros a que la incluyan dentro de sus planes académicos.
El Departamento de Educación, de hecho, acaba de abrir una convocatoria extraordinaria a todos los institutos de FP que deseen incorporar la oferta parcial antes de que en junio finalice el curso. La demanda creciente que existe como consecuencia de la actual crisis económica ha motivado tal decisión. Así, algunos centros alaveses se están planteando la posibilidad de aprovechar dicho llamamiento para ampliar su oferta.
Es el caso del Instituto de Construcción, que cree que esta vía brinda la oportunidad a los jóvenes de completar los estudios de FP a un ritmo más pausado. De hecho, prepara una solicitud para que Educación le permita impartir al menos tres de los ocho ciclos que oferta a través de esta fórmula, mediante la matriculación en asignaturas sueltas, o incluso en unidades más pequeñas, como son los créditos.
La existencia de la oferta parcial no es algo nuevo, si bien es poco conocido en Álava -Bizkaia y Gipuzkoa tienen mayor experiencia-. El instituto Jesús Obrero, por ejemplo, fue uno de los pioneros en incorporar este tipo de formación. Lo hizo en 2002 y aún lo mantiene en la especialidad de Desarrollo de Productos Electrónicos. También se emplea como cursos puente de preparación a los grados superiores, al igual que en Diocesanas.
La oferta parcial tiene distintas utilidades, aunque una de las más frecuentes es emplearla como complemento al sistema de acreditación de competencias. "Hay gente a la que le falta alguna asignatura para obtener el título y elige esta opción", explica el responsable de FP del instituto gasteiztarra, Jorge Urrutia. También hay entre los demandantes titulados superiores, por ejemplo arquitectos, que buscan profesionalizarse en un sector concreto, y cursan un módulo que les pueda aportar ese perfil.
Pero no hay duda de que la oferta parcial es una forma más de cursar un ciclo completo de Formación Profesional, si bien es cierto que hacerlo de esta manera lleva al alumno bastante más tiempo -entre cuatro y cinco años- que el que lo realiza de la forma tradicional, matriculándose en un curso completo.
En la Escuela de Hostelería de Gamarra, por ejemplo, hay una treintena de alumnos inscritos en esta modalidad, y buena parte de ellos tienen que compaginar los estudios con el trabajo. "No tienen tiempo suficiente y prefieren cursar el ciclo poco a poco", explica su director, Peio Garmendia. En la actualidad, el centro permite cursar el ciclo de Restauración de esta manera, y los resultados son, en general, satisfactorios.
Educación establece ciertos requisitos para esta modalidad de oferta. Por una parte, es obligatorio que los alumnos sean mayores de 18 años, aunque se acepta a jóvenes de 16 si acreditan que están trabajando y que no pueden asistir regularmente a sus clases. Además, deberá haber un mínimo de 12 alumnos por aula para poder formar un grupo. Los centros educativos de FP tienen de plazo hasta el próximo día 30 si quieren reengancharse a esta modalidad de estudios que se imparte en horario de tarde.