vitoria. ¿Qué requisitos en materia de seguridad debería garantizar una red social a sus usuarios?

Debe asegurar una manera muy fácil de gestionar la privacidad, porque estamos hablando de chavales en una franja de edad de 14 a 18 años, quienes son especialmente vulnerables. Hay que ofrecer información sencilla, que la entiendan, para que puedan saber a qué se atienen y cómo funciona la red social.

¿Cree que los jóvenes de 14 años son suficientemente capaces de hacer un buen uso de su propia imagen en Internet?

Nosotros consideramos que la edad de corte está en 14 porque el Reglamento del Desarrollo a la Ley Orgánica de Protección de datos dice que sólo a partir de esta edad pueden entrar y dar datos sin consentimiento paterno. Hemos tenido que poner esa edad de corte pero no sabemos si es buena, si no es buena, si tienen la suficiente edad o no, porque no hay una edad mágica. Pero por lo menos nos da la garantía de la legislación. Para que esa medida sea real en toda España tenemos un protocolo de borrado de menores con un equipo de gente que diariamente está viendo miles de perfiles. Ésta es una medida analógica que se mezcla con lo digital. Si hay dudas requerimos el DNI, que tienen que entregar en un plazo de 96 horas, si no lo hacen se les da de baja. Esta medida se introdujo en el mes de abril del año pasado.

¿Cómo controlan y evitan los controles falsos?

El perfil falso está prohibido en Tuenti. La manera de controlarlo es a través de la propia denuncia de usuario. El círculo de amigos en Tuenti es muy pequeño, hablamos de menos de 30 amigos, que replican la realidad off line en la on line. Cuando ven una cosa extraña lo denuncian, nosotros le pedimos el DNI y si no lo aportan le damos de baja.

¿Cree que el miedo de los padres a las redes sociales está justificado?

Los padres no tienen que tener miedo. Es una realidad nueva que ellos no conocen, esto genera siempre mucho miedo o rechazo pero porque no saben qué es eso. Al final en la red social no pasa nada diferente de lo que ocurre en la calle, las incidencias graves que pueden ocurrir en redes sociales mínimas son quizá de un 0"7%. Los padres tienen que acercarse un poco a esa realidad para conocerla mejor. Así se quitarán el miedo y se darán cuenta de que lo que hacen los chavales es comunicarse.

¿Qué pautas daría a esos padres que no conocen esa realidad y que, precisamente por eso, se sienten incapaces de aconsejar a sus hijos?

En Tuenti tenemos una postura muy firme y es que los padres no deberían espiar ni crear un perfil falso porque esta es una red de perfiles reales. El 98% de la gente de Tuenti está identificada con nombre y apellidos. Recomiendo a los padres que se acerquen a las redes sociales, que no les dé miedo a equivocarse y a no saber tanto como los chavales, que les pregunten, sean inquietos y se acerquen a nuestra herramienta. Además tenemos una página para ellos: www.tuenti.com/privacidad. Allí tienen muchos consejos de navegación segura, el decálogo de la política de privacidad o cómo funciona la plataforma.

Ha propuesto alguna vez que se cree una materia en los colegios que gire en torno a las redes sociales, ¿cómo vendería esta novedosa idea?

Es innegable el avance de las nuevas tecnologías. A día de hoy el 92% de los chavales entre 10 y 21 están metidos en las redes sociales. Hay que tener en cuenta que es un nuevo medio de comunicación, por eso tienen que estar al tanto y concienciarles de la privacidad, de qué importancia tiene la imagen, el dato personal o cómo comunicarse de una manera cívica y responsable. Para eso qué mejor que una materia curricular, y no digo de redes sociales pero sí de nuevas tecnologías y comunicación digital.

¿Qué utilidad puede dar una red social de este tipo con los datos de sus usuarios?

En Tuenti nunca se pueden comercializar ni ceder un dato personal de un integrante. Pero entonces ¿qué genera dinero? El modelo de negocio radica en que tenemos a 8 millones de usuarios totalmente segmentados por la edad, el sexo y la provincia de España. Podemos asesorar al anunciante y dirigir las campañas a esos perfiles. El anunciante compra esa audiencia pero jamás tiene acceso a esos datos. Cada usuario de los que hemos elegido verá en su perfil una pestañita muy pequeña con un incentivo para que lo vea como algo atractivo. Por estar conectado justo al público que queremos ir a una edad, un sexo y una provincia el impacto es brutal. Pero jamás hay una cesión del dato personal, nunca.

¿Qué información pueden sacar los periodistas de una red social?

Es un tema complicado. Con el caso de Marta del Castillo los periodistas tenían que informar, mostrar lo que estaba pasando y sacaron fotografías. Ese comportamiento está ahora en el Tribunal Superior de Justicia de Sevilla. Existen unas normas que dicen que no se puede sacar nada de una plataforma. Cada usuario que participa en Tuenti le da su derecho de imagen para poder interactuar con la plataforma. Es como un círculo intimo, privado. Si llega un medio de comunicación a través del amigo del amigo, saca esa foto y la comunica en un medio está cometiendo una infracción del derecho de imagen.

¿Cree que las redes sociales evolucionarán haciendo que sea obligatorio contar con el permiso de todos quienes aparecen en una fotografía para poder subir una foto?

Las fotografías son el valor que nos genera mas trabajo en Tuenti, a la asesoría jurídica y al equipo de soporte. Diariamente se suben dos millones y medio de fotografías. Estamos ante la problemática de la gestión de la imagen porque la gente no es consciente de que si sacas a otra gente estás implicando al derecho de imagen de la intimidad de un tercero. Nosotros tenemos la herramienta de las etiquetas y el botón de denunciar foto. Pero si me llega una reclamación como Tuenti en que una persona no quiere aparecer en una foto de grupo porque se ha peleado con uno de ellos. ¿Qué hago? Ateniéndome a la legislación esa persona tiene un derecho sobre su imagen y puede revocarlo cuando quiera, pero por otro lado dio un consentimiento implícito en el momento en que le tomaron la foto y hay más gente en la foto de grupo usando la cámara. Hay que conjugar las dos cosas.

Pero esa persona consintió que le hicieran la foto, no que la vieran todos los amigos de la propietaria de la cámara.

Claro, pero tenemos que dar el giro y ser conscientes de que el entorno ha cambiado. Ya no es aquella época que había que revelar la foto y lo más que podías hacer era enseñar esa foto a otra persona. Ahora tenemos que ser conscientes de que está todo digitalizado, hay una probabilidad altísima de que esa foto mañana sea colgada. Hay que hacer un acto de difusión muy grande a toda España y decir: por favor, sed responsables, cuando toméis una foto pedid permiso y advertid también al fotografiado que tenga en cuenta la posibilidad de que sea colgada. Aunque luego puedas ejercitar tu revocación del consentimiento.