Amurrio. Los teléfonos de las oficinas de atención a los damnificados por el huracán Cynthia abiertas en Amurrio, Artziniega y Ayala no pararon ayer de sonar en todo el día. Y es que, los daños del vendaval, que en un principio se calificaron de graves, cobran ya forma de catástrofe.

Sin ir más lejos, por la oficina de Amurrio ya han pasado más de cien personas y hay colas. "Tenemos a dos personas profesionales del mundo del seguro atendiendo a los afectados por la mañana y por la tarde y seguiremos así hasta que haya demanda", explicó el alcalde, Pablo Isasi, quien adelantó que "sin contar el tema forestal, creemos que las pérdidas van a ser superiores a los 3,5 millones de euros".

De hecho, ya se han tramitado más de 200 expedientes de afección en vehículos, se han visitado cuarenta espacios forestales totalmente destrozados y el 80% de los edificios del municipio tiene algún daño", enumeró el primer edil. Por lo que respecta a las juntas administrativas, Isasi citó Baranbio y Larrinbe como las más afectadas "tanto en montes como en edificios, tanto públicos como privados", lamentó el alcalde.

Con todo, quiso puntualizar que se trata de una valoración "a capón" y habrá que esperar hasta finales de esta semana para tener definido el alcance de los siniestros.

Algo en lo que también trabaja a contrarreloj la alcaldesa de Artziniega, Agurtzane Llano, que espera disponer el jueves de un listado lo más concreto posible de la infinidad de daños registrados, sobre todo, en los edificios y coches de la villa ayalesa.

En la oficina "llevamos atendidos en persona a más de 80 vecinos, pero también se han recibido más de veinte llamadas de teléfono", aseguró Llano, al tiempo que avanzó que "hemos solicitado una reunión con el lehendakari, Patxi López, para pedir al Gobierno Vasco que habilite una partida presupuestaria de emergencias para paliar en alguna medida los daños, y estamos a la espera de la confirmación de la fecha".

Llamada al lehendakari A esa reunión, de celebrarse, también acudirán los regidores de Amurrio, Ayala y la ciudad vizcaína de Orduña, ya que son los cuatro municipios más afectados de la comarca del Alto Nervión por la ciclogénesis explosiva que pasó por Álava la noche del sábado al domingo. Tal y como avanzaron el lunes, intentarán conseguir la declaración de zona catastrófica, lo que ayudaría a reconstruir y sufragar los enormes gastos que esta devastación ocasionará a los vecinos.

Por lo que respecta a Ayala, su alcaldesa, Ainhoa Campo, no se atrevió ayer a hacer una valoración de los daños. "Ya he dado orden a los técnicos para que recorran todas las viviendas para saber de qué estamos hablando y hacer una valoración de daños", señaló.

Y es que, hay que tener en cuenta que se trata de un municipio integrado por 25 pequeñas localidades en las que llevará su tiempo cuantificar los destrozos. "Sólo sé que esta llamando muchísima gente por teléfono para informarse de los pasos a dar, y entre llamadas y visitas a la propia oficina ya tenemos en torno a 60 expedientes registrados", apuntó Campo. En el caso de este municipio, las oficinas de atención a damnificados se encuentran en Respaldiza y se abren al público de 8.00 a 15.00 horas, y en Luiaondo, los lunes de 8.00 a 12.00 y los miércoles de 12.00 a 15.00 horas.