Donostia. Fue un milagro. En eso estaban de acuerdo tanto los Bomberos de Donostia como los agentes de la Guardia Municipal que acudieron ayer a rescatar a una mujer tras un espectacular accidente en las inmediaciones de Miramón.
El Citröen ZX rojo, de Donostia, en el que viajaba la mujer herida se salió de la calzada al final de una curva entre la gasolinera de Gureak y la primera rotonda en dirección a los hospitales, poco después del cruce que da acceso al parque tecnológico desde ese tramo. Se salió de la calzada, pero en la acera y el césped que hay en ese punto no había marcas de rodaduras. La explicación era clara. El vehículo voló literalmente con la fortuna de que atravesó un barranco lleno de maleza sin impactar con ninguno de los troncos que lo cruzaban a lo largo de unos 30 metros. Tras un aterrizaje forzoso, dio varias vueltas de campana hasta alcanzar casi medio centenar de metros de caída y, a pesar de eso, no sólo seguía viva, sino consciente.