el pasado viernes finalizó el periodo de prematriculación para el curso académico 2010-2011. Se calcula que 2.000 nuevos alumnos ocuparán las aulas alavesas a partir del próximo mes de septiembre, en un año que se perfila trascendental de cara a conocer la capacidad de respuesta del sistema educativo ante los nuevos retos que se le plantean.

Por el momento, y aunque todavía faltan más de seis meses para que arranque el nuevo curso, se prevé un inicio rodeado de polémica, en vista de la desigual acogida que ha tenido la fórmula ideada por el Departamento de Educación para atajar, supuestamente, cualquier presión contra las familias a la hora de elegir un modelo lingüístico. El nuevo proceso de inscripción ha sido criticado hasta por el propio socio del Gobierno socialista, el PP, que considera que se sigue sin garantizar la libertad de elección de centro.

Así las cosas, no cabe duda de que la cuestión de las lenguas marcará otro año más la agenda. Las aulas llevan años enfrascadas en un debate sobre la reforma de los modelos lingüísticos que no parece tener salida, al menos a corto plazo, ante la incapacidad de los dirigentes políticos de llegar a un acuerdo. En el territorio, el 95% del alumnado que accede por primera vez al colegio se decanta ya por una enseñanza bilingüe. El modelo A, de hecho, se ha convertido en una alternativa residual.

Pese a los avances, el euskera se ve necesitado de un impulso definitivo que contribuya a la esperada normalización lingüística. Así lo cree el propio Consejo Escolar de Euskadi, que ha pedido a la consejera de Educación que incluya un mensaje positivo hacia esta lengua en el currículum vasco, después de que haya decido eliminar su carácter principal en la enseñanza. La propia Isabel Celaá ha admitido recientemente que las familias vascas prefieren modelos "con más euskera", pero ha pospuesto cualquier tipo de reforma de los modelos actualmente en vigor -A, B y D-. En su lugar, Educación propone aplicar el curso que viene una experiencia piloto con el inglés como lengua vehicular de la enseñanza. El trilingüismo -para el Gobierno socialista una apuesta clave, y para los grupos de la oposición una estrategia que busca retrasar la reforma- se implantará a partir de septiembre en un total de 40 centros educativos públicos y concertados. Todavía no han trascendido más detalles sobre este programa educativo, ya que Celaá se reserva para explicarlos el próximo 3 de marzo ante el Parlamento Vasco, pero no hay duda de que será una de las novedades que marque el nuevo curso.

fracaso escolar

Apuesta por la FP

El actual modelo de enseñanza, al margen de las discrepancias que existan en torno a las lenguas -un tema que, por cierto, copa buena parte de la atención y de los esfuerzos de los agentes educativos- presenta otra serie de carencias que no se deberían descuidar, especialmente en un momento de crisis económica como es el actual.

El sistema educativo ha vivido en los últimos treinta años un rosario de reformas que han ido alimentando el fracaso escolar. Actualmente, el número de jóvenes que abandona los estudios prematuramente (12%) no es tan preocupante como en el resto del Estado (30%). Sin embargo Euskadi está todavía lejos de alcanzar los objetivos marcados por la Unión Europea.

Pese a que el presupuesto destinado a Educación ha aumentado respecto al año pasado, el gasto previsto no supera el 4% del PIB, frente al 5,2% que emplean los países europeos. Eso, en una escuela con retos cada vez más complicados, con una creciente población inmigrante en edad escolar que atender y un alumnado que presenta con frecuencia necesidades educativas especiales. Por ello, el objetivo en este siglo XXI es lograr una escuela de calidad, que respete la diversidad del alumnado, en la que todos ellos tengan igualdad de oportunidades, y que además sintonice con el mercado laboral. En este sentido, la Formación Profesional se presenta como un instrumento clave de cara a formar jóvenes competentes capaces de encontrar con mayor facilidad un trabajo. La experiencia ha demostrado la gran apuesta de las empresas por absorber en sus plantillas a chavales con un perfil más técnico del que puedan aportar las carreras universitarias. Prueba de ello es que en plena crisis, las matrículas en los institutos que imparten FP se han disparado. Los ciclos formativos han dejado de ser un destino para estudiantes vagos y desmotivados para pasar a convertirse en una oportunidad de cara a alcanzar un perfil más cualificado. De hecho, parte de ellos deciden proseguir sus estudios en la universidad, hasta el punto de que el 14% de los titulados superiores acceden a la facultad a través de la FP.

Así, si la iniciativa planteada por el Ministerio de Educación prospera, el curso que viene los estudiantes podrán decidir en 4º de la ESO si estudiar FP o Bachillerato. El objetivo es reducir el fracaso escolar y dar a los estudiantes distintas alternativas para continuar formándose. El impulso que se le quiere dar a este tipo de estudios, contrasta con la política que en ciertas ocasiones ha empleado el Gobierno Vasco con la FP, tratando de eliminar la oferta nocturna y reduciendo a la mitad el presupuesto destinado a equipamientos, como ha sucedido este año.

"eskola 2.0."

Portátiles en las aulas

Por el contrario, Educación va a destinar ya una suma de dinero astronómica a la informatización de las aulas. Mucho se ha hablado sobre si la medida es necesaria ante una coyuntura como la actual de austeridad presupuestaria, pero lo cierto es que a partir del próximo abril todas las aulas de quinto de Primaria estarán equipadas con portátiles.

Un total de 539 centros públicos vascos y 401 concertados participan en el llamado programa Eskola 2.0., que se afianzará el curso que viene. En Álava, cerca de 2.000 alumnos podrán estudiar sus materias a través de la web y acceder a sus contenidos desde cualquier lugar. De hecho, los colegios ya han empezado a recibir el material para que el alumnado empiece a familiarizarse con las nuevas tecnologías. La mayoría tienen instaladas las pizarras digitales, así como los armarios para recargar las baterías de los portátiles, a la espera de que lleguen los ordenadores.

Será una de las grandes novedades del próximo curso, que mantiene además su compromiso por extender la escolarización al ciclo 0-2. Actualmente, el 49% de los niños de esta edad va a una escuela infantil, aunque la intención para el curso que viene es crear mil plazas más para que la conciliación de las familias sea posible. En el territorio, por ejemplo, se inaugurará una nueva guardería en Zabalgana, la tercera ya del barrio, y se reformarán otra tres que han quedado obsoletas: Izarra, Virgen Blanca y Lakuabizkarra, que tras las obras perderán su titularidad municipal y pasarán a integrarse en el Consorcio Haurreskolak, gestionado por el Gobierno Vasco.

La iniciativa coincide con el camino que ha iniciado Educación para crear centros públicos integrales capaces de escolarizar a niños de entre 0 y 18 años, una opción que actualmente sólo la ofrecen los centros concertados. El área que dirige Celaá está estudiando vincular las aulas de las haurreskolas a los colegios con el fin de proporcionarles a sus alumnos una formación continua, sin necesidad de que sus padres tengan que buscar un nuevo centro cada vez que finalizan un ciclo -Infantil, Primaria y Secundaria-.

Éste es por lo tanto uno de los grandes retos del sistema educativo, aunque hará probablemente más de un curso para su materialización definitiva. Lo que no debería demorarse por más tiempo es el conflicto de los comedores escolares. Reiteradas huelgas han perturbado la vida de miles de familias, que han tenido que hacer verdaderos equilibrios para sortear sus consecuencias. Al margen de la disputa que mantienen los trabajadores con las empresas de catering, los propios padres reclaman una profunda reforma del servicio, con el fin de que goce de una mejor calidad. Están dispuestos incluso a pagar más por los menús escolares. Todo ello se decidirá en septiembre, cuando arranque el nuevo curso académico.