QUÉ es la Navidad sin villancicos, turrón y luces de colores? Sin duda alguna, una fiesta con mucho menos encanto. Por ello, aunque a veces quizás resulte superficial, no está de más refugiarse en esos reductos de magia que ofrecen fiestas como ésta. Unas en las que todavía se cree en lo imposible y lo inverosímil a veces se convierte en realidad.
Y para empezar a soñar, siempre es bueno contar con un buen ambiente. Así, si la nieve ya ha querido hacer acto de presencia para inaugurar el mes de la ilusión por excelencia, las luces de colores también pondrán su granito de arena. Estrellas, cascadas, bolas, lemas navideños y, por supuesto, los tradicionales árboles que más de uno vigilará por si Olentzero o los Reyes Magos dejan olvidado algo bajo ellos por equivocación.
Así las cosas, ayer a las 18.00 horas se hizo la luz en Vitoria y más de un centenar de arcos y otros elementos decorativos dieron paso a la mirada atenta de los más pequeños que empezaron a recontar todas las peticiones que tiene que escribir en las cartas a su carbonero favorito o a Sus Majestades de Oriente. Los padres, a su vez, pensaban abstraídos en un pellizco de lotería que este año puede suponer una alegría todavía mayor que otras veces.
Y es que la atmósfera, efectivamente, invitaba a soñar. El coro Araba interpretó los primeros villancicos de la temporada ante la cada vez mayor congregación de gente que se reunió en la Plaza España. ¿Cómo resistirse a los cantos de sirena del Oi Bethleem, Camina la Virgen Pura, Hator Hator, Festara o el Agur Zaharra? Algunos incluso se animaron a entonar los estribillos de estas famosas canciones y todos aplaudieron entusiasmados al final de cada interpretación.
"Nos llamaron y estamos encantados de interpretar los primeros villancicos. Es el preludio de las fiestas y ojalá las celebremos en paz y con gusto. La Navidad conserva más la música de la época y la música galvaniza", afirmaba el director del coro, Aitor Sáez de Cortazar.
hasta reyes La iluminación se mantendrá hasta el próximo 7 de enero cuando el regreso de los Reyes Magos devuelva a la rutina del día a día. Hasta entonces, cada día los elementos decorativos se encenderán de 18.00 a 23.00 horas para invitar a soñar un poco más. Eso sí, dentro del respeto al medio ambiente. Y es que este año el Ayuntamiento ha decidido que las luces se mantengan encendidas una hora menos cada jornada que en las pasadas fiestas. Tan sólo en Nochebuena y Nochevieja, las estrellas, entre otros, iluminarán hasta las 3.00 horas a Olentzero hacia las casas de todos los vitorianos y a los trasnochadores a sus hogares después de recibir el nuevo año.
Cerca de 14 kilómetros de luces que serán iguales a los ojos de los vecinos, pero diferentes para la Naturaleza. Y es que el regalo verde de este año de la capital alavesa será el empleo de la iluminación LED en todo el alumbrado, que permite reducir el consumo entre un 70 y un 80%. Medio centenar de árboles en la calle Dato y una veintena de pinos situados en las diferentes entradas de la ciudad complementarán el resto de la decoración que adornará las calles Prado, paseo de la Florida, Becerro de Bengoa, Sancho el Sabio, General Álava, Independencia, Angulema, La Paz, San Prudencio, Francia, Olaguibel, Postas, Ortiz de Zárate, Diputación, las plazas del museo Artium, América Látina, General Loma, la fachada del Consistorio y Villa Suso. La Navidad ya ilumina la ciudad.