vitoria. Inundaciones, incendios, rescates, plagas y epidemias, desprendimientos o deslizamientos de terrenos... Pese a no tratarse de fenómenos habituales en la provincia, más vale curarse en salud para que, llegado el momento de actuar ante estas u otras contingencias, la coordinación y la rapidez en el empleo de los recursos existentes sean totales. En ésas anda la Diputación alavesa, que ayer aprobó el primer Plan de Emergencias para el territorio, un documento que se ha realizado de forma conjunta entre los tres Gobiernos forales de la CAV.
¿Los objetivos? Facilitar la coordinación interinstitucional en caso de que sea necesaria y propiciar las mayores cotas de aprovechamiento de los recursos en beneficio de la seguridad. Una "asignatura pendiente", en palabras del diputado de Administración Local, Alfredo de Miguel, que permitirá "lograr el mejor servicio posible para Vitoria y los pueblos" en aras del ansiado "equilibrio territorial".
La territorialización de este tipo de planes se recoge en la Ley vasca de Gestión de Emergencias, aunque hasta el momento no se había ejecutado. Al dar este paso, las diputaciones persiguen garantizar un sistema "permanente, integrado y eficaz" de gestión de emergencias tanto propias de protección civil como otras menos graves que, aunque produzcan menor trastorno social y requieran un menor despliegue de recursos, causen riesgo para las personas y exijan una atención coordinada.
Una vez aprobados en las tres diputaciones, los planes deberán ser homologados por la Comisión de Protección Civil de la CAV para ser aplicados en cada territorio y, posteriormente, integrarse en el Plan vasco de Protección civil según el tipo de emergencia.
En el caso de Álava, al igual que sucede en Bizkaia y Gipuzkoa, la información básica en caso de emergencia seguirá partiendo de SOS Deiak y se vehiculará a través de un Centro de Coordinación Operativa (CECOP) que asistirá a la Mesa de Crisis, ambos ubicados en la Diputación alavesa.
El Plan estará dirigido por el propio diputado general, Xabier Agirre, quien será quien active la situación de emergencia y estará asistido por un Consejo Asesor y el Gabinete de Información. Este Consejo puede integrar a representantes de todos los departamentos forales y ayuntamientos implicados en el desastre.
puesta en marcha Cuando la emergencia sorprenda al territorio, se establecerán uno o varios puestos de mando desde donde actuarán los denominados jefes de los grupos de acción. Al menos deberán estar representados los servicios de extinción de incendios, infraestructuras viarias e hidráulicas, medio ambiente y agricultura, ganadería y montes. Los grupos de acción serán al menos de cuatro tipos: Intervención, destinado a la acción directa sobre el terreno, seguridad -protección e identificación de la ciudadanía afectada y control de tráfico-, logística -distribución de medios- y apoyo, el personal técnico encargado de diseñar medios y reparaciones.
El plan, además, establece varios niveles de emergencia en función de su gravedad: el nivel 0 supondría una situación de ausencia o escasez de daños con actuación de recursos forales y/o municipales; el 1, un registro de daños materiales que requieren la intervención de grupos de acción y recursos forales y municipales; el 2, se referiría a daños personales o riesgo severo de los mismos que requieren recursos forales, municipales y autonómicos, mientras que el nivel 3 contemplaría una emergencia de ámbito supraterritorial. Al margen de los anteriormente citados, el Plan también se prepara para otras situaciones de emergencia asociadas a eventos públicos e incluso a la actividad nuclear, química e industrial.
"Queremos y podemos prestar el mejor servicio a los alaveses, vivan donde vivan", argumentó De Miguel durante la presentación del plan. El diputado, que celebró la "colaboración" que ha existido en la elaboración de este documento, informó de que la Diputación presentará "próximamente" la revisión de otro plan destinado a la prevención y extinción de incendios para Álava.