vitoria. La Defensoría para la Igualdad entre hombres y mujeres, dependiente del Instituto vasco de la Mujer, Emakunde, alertó en su último informe remitido al Parlamento de Gasteiz sobre cuatro cuestiones "de especial gravedad en la vulneración del derecho fundamental a la igualdad de trato". Ayer, 25 de noviembre, saltaron de nuevo a la actualidad junto con otros prejuicios clásicos que sirven para fomentar la desigualdad entre ambos sexos.
Quizá el principal se refiere a la "escasa fortaleza" con la que están contando algunos de los derechos en materia de igualdad de género regulados recientemente: Es el caso, por ejemplo, de la conciliación de la vida familiar, laboral y personal, cuya regulación se deja en manos de la negociación colectiva o al acuerdo entre las partes. Que su ejercicio esté sujeto a la interpretación de las situaciones individuales y que, también, se esté configurando "como un derecho de las mujeres y ajeno a la responsabilidad de los hombres" favorece que los agentes económicos del sector privado "la interpreten como una amenaza a la rentabilidad empresarial".
La Defensoría también se refirió en el citado documento al papel de los medios de comunicación como transmisores de "estereotipos de subordinación de las mujeres" en las páginas de contactos y servicios sexuales, en los que se presenta a las féminas como "meros objetos". En estos anuncios, además, se refuerzan los "estereotipos de sumisión, disponibilidad y servicio a los deseos de los hombres a cambio de importantes sumas de dinero".
Por otra parte, el organismo de Emakunde hizo referencia al importante volumen de solicitudes recibidas en relación con el "despido por embarazo", en ocasiones de forma evidente y en otras, encubierta. Además, la Defensoría se detiene en la discriminación por razón de sexo-género en el sector privado, que se detecta en el acceso al empleo en el sector servicios o en el contexto asociativo en el caso de las sociedades gastronómicas.