vitoria. El sistema de garantía de ingresos con que se ha dotado Euskadi cubre buena parte de las necesidades sociales de los ciudadanos vascos, pero no llega a todo. Por ello, el parlamentario de Eusko Alkartasuna Jesús María Larrazabal pidió ayer a la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, que elabore una "radiografía" de la pobreza extrema en Euskadi, un fenómeno que muchas veces han de atender las ONG y organizaciones como Cáritas.

Zabaleta recogió el guante y se comprometió a diseñar ese mapa de puntos negros sociales para abordar los terribles problemas de exclusión que se viven en esos emplazamientos.

Precisamente a ese colectivo de personas van dirigidas las ayudas de inserción que corresponden a las diputaciones forales, y que hasta la fecha son de diferente cuantía en función del territorio en el que se soliciten. En breve, ya no será así. La consejera del PSE explicó que las diputaciones se han comprometido a armonizar estas prestaciones para que no haya más desequilibrios.

También se luchará de forma intensa contra los fraudes. "Nos preocupa extraordinariamente la situación de quienes se aprovechan de la pobreza, nos encontramos con gente que alquila pisos a inmigrantes sin ningún tipo de contrato, aprovechándose de que son el colectivo más vulnerable", explicó Zabaleta.

Por otro lado, la consejera se congratuló por los resultados que ha arrojado el programa Betikolan, mediante el que 300 familias perceptoras de la Renta de garantía de ingresos recibirán formación en empleo para trabajar en el cuidado de personas dependientes. No es de la misma opinión la parlamentaria del PNV, Eider Mendoza, para quien la organización del programa ha sido "un desastre".