Bermeo. La situación de inseguridad que viven los atuneros vascos en aguas del océano Índico no ha acabado con la liberación del Alakrana. En la mañana de ayer, el buque también bermeano Txori Gorri fue objeto de persecución por un esquife tripulado por piratas.
El pesquero de la empresa Inpesca localizó una embarcación sospechosa a través de los potentes prismáticos utilizados habitualmente para el avistamiento de cardúmenes de túnido en la superficie del mar. Desde una embarcación pirata nodriza situada a ocho millas náuticas (quince kilómetros) del pesquero, se arriaron al agua dos pequeñas embarcaciones provistas de motores fuera borda. Ante esta situación de peligro inminente, en el buque Txori Gorri se puso en marcha el protocolo previsto ante alerta de ataques piratas. Toda la tripulación se refugió en el interior del buque salvo los cuatro agentes de seguridad privada, el patrón de pesca, el bretón Ronan Auffret, y el capitán, el joven bermeano Unax Ponciano.
El esquife inició la persecución del atunero, cuyo patrón alteró el rumbo y realizó maniobras evasivas para tratar de alejarse de la amenaza pirata. Tras apenas media hora de acoso, en la que la pequeña lancha rápida logró acercarse hasta seis millas del pesquero, los piratas abandonaron la persecución y los miembros de la tripulación del Txori Gorri pudieron respirar tranquilos. "Afortunadamente no se ha producido ninguna situación de riesgo y el incidente no ha pasado a mayores", aseguraron ayer desde el sector atunero-congelador.
La persecución del pesquero bermeano se ha producido a unas 495 millas de la costa de África, en aguas internacionales, a la altura de la frontera que separa Somalia y Kenia. Este punto se halla a unas 175 millas al sur-sudeste del lugar donde tuvo lugar el secuestro del Alakrana el pasado 2 de octubre y a unas 385 millas de Port Victoria, en Seychelles. El Txori Gorri, buque de pabellón español, abandonó el puerto el pasado sábado tras embarcar cuatro agentes de seguridad privada. Se trata de un buque moderno de 96 metros de eslora construido por Astilleros de Murueta en el 2007 y con capacidad para almacenar 1.500 toneladas de túnido tropical.
Angustia La persecución registrada en la jornada de ayer no ha pillado de sorpresa al sector atunero-congelador. "El océano Índico está infestado de piratas. Están por todas partes", afirmaron ayer desde una empresa atunera bermeana. La noticia del acoso sufrido por el Txori Gorri ha vuelto a disparar las alarmas entre los familiares de los arrantzales vascos embarcados en la flota atunera. "No podemos seguir así. Hay que tomar medidas urgentes para poner freno a la actividad pirata y evitar que se produzca un nuevo caso Alakrana", aseguraba ayer, angustiada, la esposa del patrón de otro atunero bermeano.
Todos los buques de empresas estatales que faenan en el Índico cuentan ya con agentes de seguridad privada a bordo. Los pesqueros de bandera de Seychelles embarcaron ex militares británicos hace poco más de un mes, en tanto que las naves que enarbolan pabellón español tuvieron que esperar hasta que el Gobierno aprobara la modificación de la Ley de Seguridad Privada. Este cambió se produjo después de que el ejecutivo Zapatero volviera a descartar la posibilidad de embarcar soldados de infantería de marina a bordo de los pesqueros. La propuesta presentada en este sentido por el PNV en el Congreso de los Diputados contó con el apoyo del PP, pero resultó rechazada con los votos de socialistas, de Izquierda Unida y ERC.
A pesar de mantener secuestrados una decena de buques, los piratas somalíes continúan con su actividad delictiva tratando de secuestrar a cualquier embarcación que navegue por el Índico. Horas antes de producirse la persecución del Txori Gorri, el buque carguero norteamericano de bandera danesa Maersk Alabama fue objeto de otro intento de secuestro por parte de piratas somalíes cuando navegaba a 350 millas de la costa de Somalia. Los agresores abrieron fuego con sus armas automáticas, pero la respuesta de los agentes de seguridad embarcados a bordo del mercante evitó que el buque cayera en manos de los piratas.