La forma en la que nos comunicamos ha ido evolucionando con los años y, quienes ya tenemos una edad, todavía guardamos con nostalgia las cartas que recibíamos en la adolescencia. La forma de comunicación inmediata que trajo el teléfono fijo nos acercó más a otras personas, pero siempre con un ojo puesto en la duración de las llamadas para que la factura telefónica no se disparara a fin de mes.
El teléfono móvil, por su parte, supuso un paso de gigante en la comunicación al ponernos en contacto con cualquier persona y en cualquier momento y lugar. Y ahora el teléfono inteligente, esa revolucionaria mezcla de teléfono y ordenador de bolsillo, ha traído una nueva forma de comunicación: los mensajes de texto y de voz.
Si cuando éramos jóvenes nos hubieran dicho que un día íbamos a poder hablar por teléfono todo el tiempo que quisiéramos pagando solo una cantidad fija al mes (la actual tarifa plana) nos hubiera parecido un sueño. Pues bien, ahora que ese sueño se ha hecho realidad, resulta que a nuestros jóvenes no les gusta hablar por teléfono. Y tienen sus razones.
Encuesta a la 'Generación Z'
Esta aversión a hablar por teléfono se desprende de una encuesta realizada por Uswitch en Reino Unido en la que un 56% de los jóvenes de la Generación Z (los nacidos entre 1997 y 2010 que hoy tienen entre 15 y 28 años) dicen evitar atender llamadas telefónicas porque las asocian a malas noticias. Por su parte, un 23% de los encuestados, dos de cada diez, manifiesta que nunca contesta a una llamada telefónica sea del tipo que sea.
Este rechazo a llamar o a atender llamadas se conoce como telefobia y es algo cada vez más común entre los jóvenes. Pese a ser una generación que se ha criado con un teléfono en la mano, utilizarlo para hablar les parece algo del pasado y en algunos casos les genera una tremenda ansiedad.
Miedo a lo desconocido
Los expertos señalan que para los jóvenes responder a una llamada les supone enfrentarse a lo desconocido y a una conversación que no pueden planificar. No les gusta la inmediatez y la urgencia, y prefieren tener tiempo de pensar qué decir para evitar malentendidos.
Se trata de una situación que les genera ansiedad en una era en la que los mensajes escritos permiten repasar, editar y borrar antes de enviar, así como releer o volver a escuchar lo que el emisor tiene que decir. Ellos quieren decidir qué y cuándo responden a un interlocutor para mantener el control de sus conversaciones. La existencia de las llamadas fraudulentas y del spam telefónico tampoco ayuda a no querer descolgar.
Mundo laboral
Los efectos de la telefobia, sin embargo, van más allá del malestar físico y mental que generan, y es que puede suponer un obstáculo en el acceso al mundo laboral de estos jóvenes. Si están buscando trabajo y no responden al teléfono, tampoco contestarán a las llamadas que reciban de las empresas que contacten con ellos para concertar una entrevista de trabajo.
Sin embargo, ellos no lo ven como un problema porque no conciben que una llamada telefónica sea la única forma de contacto. Confían en que si no contestan al teléfono se pondrán en contacto con ellos a través de otros medios como whatsapp, mail, redes sociales o mensajes de voz.
Sin duda, es importante encontrar un equilibrio entre las distintas formas de comunicación, puesto que este rechazo también les puede causar problemas para su futuro en el mercado laboral. Las llamadas telefónicas siguen a la orden del día en el mundo corporativo y empresarial donde hay muchos empleos en los que es imprescindible el contacto telefónico.
Técnicas para superar la telefobia
Si una persona siente que el miedo a hablar por teléfono se está apoderando de él hasta el punto de ser incapaz de descolgar, ha llegado el momento de abordarlo.
Planificar conversaciones e incluso prepararse un guion, así como llamar regularmente a un familiar o amigo de confianza para familiarizarse con el acto de hablar por teléfono, puede ayudar. Si pese a todo uno percibe que ha llegado a un punto en el que no es capaz de manejar solo la situación, ha llegado la hora de consultar a un especialista.
Cura para la telefobia
Por su parte, la Universidad de Nottingham College (Reino Unido) ha lanzado unas sesiones especiales para ayudar a los jóvenes a superar esta ansiedad al teléfono. En ellas practican simulaciones de llamadas y hacen ejercicios de entrenamiento para recuperar la confianza en un medio que sigue siendo fundamental en muchas áreas.