Con la llegada del invierno y la resaca de los excesos navideños, es común que nuestro cuerpo nos pida alimentos ricos en calorías y carbohidratos. El frío, combinado con la necesidad de recuperarnos de las celebraciones, nos empuja a buscar comidas reconfortantes que a menudo no son las más saludables. 

Sin embargo, existen alternativas nutritivas y de temporada que no sólo sacian el apetito, sino que también ayudan a mantener un peso equilibrado y a nutrir el organismo.

Cuida tu dieta sin dejar de comer

Por ese mismo motivo, repasamos algunos de los alimentos típicos del invierno, saludables y que nos ayudarán con este propósito.

Frutas de temporada: antioxidantes y fibra

Dos frutas destacadas en esta época son las granadas y las manzanas. La granada es una joya del invierno, conocida por su alto contenido en antioxidantes que combaten el daño celular y fortalecen el sistema inmunológico. 

Además, su bajo contenido calórico y su riqueza en fibra la convierten en una excelente opción para quienes buscan controlar su peso. 

Por su parte, las manzanas, disponibles en una amplia variedad de sabores y texturas, también son aliadas de una dieta saludable. Su contenido en pectina, un tipo de fibra soluble, ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y a prolongar la sensación de saciedad.

Manzanas en el supermercado Pixabay

Ambas frutas pueden incorporarse en batidos, ensaladas o consumirse como snacks entre comidas. Incluso, pueden ser horneadas con especias como canela para un postre sano y delicioso.

Verduras verdes: nutrientes para el organismo

Entre las verduras de temporada destacan el brócoli y la col rizada (kale). Estas hortalizas de hoja verde son verdaderos superalimentos debido a su densidad de nutrientes esenciales. El brócoli es rico en vitamina C, calcio y antioxidantes, mientras que la col rizada es una excelente fuente de vitaminas A, K y hierro. 

Brócoli cociéndose en la cazuela. Freepik

Asimismo, su alto contenido en fibra las convierte en opciones ideales para mantener una buena digestión y controlar el peso corporal.

La col rizada, de gran tradición e el norte de Europa cuenta con un alto contenido en calcio. Pixabay

Estas verduras son extremadamente versátiles en la cocina. Pueden ser salteadas, agregadas a sopas o incluso consumidas crudas en ensaladas. También se pueden preparar al vapor para preservar la mayor cantidad de nutrientes posible.

Aguacates y patatas: energía saludable

Aunque el aguacate es a menudo asociado con un alto contenido de grasas, estas son del tipo saludable: grasas monoinsaturadas que benefician al corazón y ayudan a controlar el apetito. Los aguacates son ricos en fibra y contienen vitaminas como la B6 y E. 

Aguacate sobre una mesa de madera Freepik

Por otro lado, las patatas, cuando se preparan de manera adecuada, son una fuente de carbohidratos complejos y fibra. Estas ayudan a mantener los niveles de energía y a evitar los picos de hambre que conducen al consumo de alimentos menos saludables.

Unas doradas y cruijentes patatas fritas. Freepik

Para sacar el máximo provecho de estos alimentos, es importante preparar las patatas de manera saludable: al horno, al vapor o hervidas, y evitar frituras o excesos de salsas. Los aguacates pueden ser la base de salsas como el guacamole o incluirse en ensaladas y batidos.

El pomelo: un aliado para el control de peso

El pomelo ha sido durante mucho tiempo un alimento asociado con las dietas para bajar de peso, y no es para menos. Este cítrico, con su característico sabor ácido y refrescante, es bajo en calorías y rico en vitamina C y antioxidantes

Algunos estudios han sugerido que consumir medio pomelo antes de las comidas puede ayudar a reducir el apetito y mejorar el metabolismo, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes buscan mantener un peso equilibrado.

El pomelo puede disfrutarse fresco, en jugos o como parte de ensaladas con un toque de miel o frutos secos.

El pomelo, un fruta que hay que aprovechar más. Freepik

Preparaciones reconfortantes y saludables

Una de las ventajas de estos alimentos de temporada es su adaptación en la cocina. Con un poco de creatividad, es posible convertirlos en platos reconfortantes ideales para el invierno. 

Sopas calientes de brócoli, ensaladas templadas con col rizada y aguacate, batidos de manzana y granada, o patatas asadas con hierbas frescas son solo algunas de las opciones para disfrutar de estas maravillas de la naturaleza.

Del mismo modo, estas preparaciones permiten aprovechar los nutrientes de los alimentos sin necesidad de recurrir a ingredientes procesados o con alto contenido calórico. 

Esto contribuye a mantener un peso saludable y a promover un estilo de vida equilibrado.