Dormir bien es más que una simple necesidad biológica; supone un pilar clave para mantener una buena salud física y mental. Un sueño de calidad permite que nuestro cuerpo y cerebro se recarguen, liberándonos del estrés diario y preparándonos para un nuevo día con energía renovada.
Aun así, descansar bien no siempre es fácil. Las exigencias laborales, el estrés constante y otros factores pueden afectar negativamente la cantidad y calidad de nuestro sueño, impactando directamente en nuestro bienestar.
El reto de lograr un buen descanso
A pesar de que dormir entre 7 y 9 horas por noche es lo recomendado por los especialistas, muchas personas tienen dificultades para dormir bien. Al margen de la rutina, el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse interfiere en el ciclo del sueño
Esto no solo se traduce en cansancio físico: también influye en un impacto negativo en nuestra salud mental, aumentando el riesgo de padecer problemas como ansiedad y depresión.
Asimismo, la falta de un buen descanso no solo afecta el estado de ánimo, pues repercute en la salud física. Diversos estudios han demostrado que el insomnio crónico y la falta de sueño profundo pueden debilitar el sistema inmunológico, incrementar la presión arterial y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.
Es por esto que muchas personas están en la búsqueda constante de métodos que les ayuden a mejorar la calidad de su sueño sin tener que recurrir a medicamentos.
La técnica de Carla Porcel para dormir bien
Con el objetivo de mejorar el sueño, Carla Porcel, una reconocida especialista en bienestar con una comunidad de más de 474.000 seguidores, ha compartido una práctica simple que, puede mejorar la calidad del descanso y aliviar molestias musculares en tan solo un minuto.
Esta técnica, que no requiere cambios drásticos en los hábitos diarios, se puede realizar justo antes de dormir.
La práctica consiste en tumbarse boca arriba en el borde de la cama, dejando los hombros alineados con el borde y permitiendo que la cabeza cuelgue hacia abajo de manera relajada.
Porcel sugiere mantener esta postura durante un minuto para aliviar la tensión acumulada en el cuello y las cervicales, corregir la postura y descongestionar la nariz, facilitando una mejor respiración. Este ejercicio prepara el cuerpo para un sueño más profundo y ofrece un momento de conexión personal y relajación.
Los beneficios más allá del sueño
Los beneficios de esta técnica no se limitan únicamente al alivio inmediato de la tensión muscular. La práctica regular de este sencillo ejercicio puede contribuir a una postura más equilibrada durante el día, reduciendo la probabilidad de acumular dolor en las zonas donde generalmente se concentra el estrés, como el cuello y la espalda.
La especialista en bienestar subraya que la incorporación de pequeños hábitos como este, junto con una alimentación equilibrada y ejercicio regular, son claves para mantener una adecuada higiene del sueño.
"Dedicar un minuto al día a esta técnica puede marcar una gran diferencia en la calidad del descanso”, señala Porcel. Además, enfatiza que el enfoque debe estar en realizar cambios sostenibles y fáciles de integrar en la vida diaria.
La importancia de dormir bien
Dormir bien es esencial para mantener una buena salud física y mental. Estos son sus beneficios.
Recuperación completa
El sueño no solo permite que nuestro cuerpo y cerebro se recuperen del desgaste diario, sino que también juega un papel muy importante en funciones vitales, como la reparación de tejidos, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la consolidación de la memoria.
Durante el sueño profundo, el cerebro organiza la información, lo que mejora la capacidad de aprendizaje y la concentración.
Efectos negativos de no hacerlo
Una falta de sueño adecuada puede tener efectos negativos en nuestro bienestar. La privación del sueño se asocia con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes y problemas cardíacos. Asimismo, impacta negativamente en el estado de ánimo, aumentando la irritabilidad, la ansiedad y el riesgo de padecer depresión.
Las horas necesarias
Dormir entre 7 y 9 horas por noche es lo recomendado por los expertos para los adultos. Sin embargo, la calidad del sueño es tan importante como la cantidad. Un buen descanso implica ciclos de sueño ininterrumpidos que permiten alcanzar las fases más profundas del sueño reparador.
Costumbres sanas
Adoptar hábitos saludables, como mantener un horario regular para dormir, reducir el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse y practicar técnicas de relajación, puede mejorar significativamente la calidad del sueño y, con ello, nuestra calidad de vida.