La mayonesa es uno de los condimentos más famosos y utilizados en la cocina de todo el mundo.
Ya sea en sándwiches o ensaladas, su sabor cremoso y suave la convierte en un ingrediente esencial en muchas recetas.
No obstante, aunque se trata de un elemento versátil y atractivo, la mayonesa supone varios peligros potenciales para la salud que es importante considerar, sobre todo al consumirla en exceso o manipularla incorrectamente.
Alto contenido calórico y en grasas
Uno de los principales riesgos asociados con el consumo de mayonesa es su alto contenido calórico y en grasas.
La mayonesa tradicional, hecha principalmente de aceite, huevo y vinagre o jugo de limón, es rica en grasas, particularmente en grasas saturadas. Una sola cucharada de mayonesa puede contener aproximadamente 90 calorías y 10 gramos de grasa.
Consumir grandes cantidades de mayonesa puede contribuir al aumento de peso y a la obesidad, ya que aporta calorías adicionales que, si no se queman mediante la actividad física, se almacenan en el cuerpo como grasa.
Las dietas altas en grasas saturadas también están relacionadas con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Aun así, el consumo excesivo de grasas saturadas puede aumentar los niveles de colesterol LDL (conocido como "colesterol malo"), lo que puede provocar la acumulación de placas en las arterias y, en última instancia, aumentar el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Riesgo de contaminación bacteriana
Otro peligro relacionado con la mayonesa es el riesgo de contaminación bacteriana, especialmente cuando se prepara en casa.
La mayonesa casera, que a menudo se hace con huevos crudos, puede ser un caldo de cultivo para bacterias como la Salmonella.
La Salmonella es una bacteria que puede causar infecciones graves en el tracto intestinal, con síntomas que incluyen fiebre, diarrea, vómitos y dolor abdominal.
La intoxicación alimentaria por Salmonella es particularmente peligrosa para personas con sistemas inmunitarios debilitados, niños pequeños y ancianos.
Para reducir este riesgo, es esencial utilizar huevos pasteurizados al preparar mayonesa casera o comprar mayonesa comercial que haya sido producida y almacenada bajo estrictas condiciones de higiene.
Además, es importante almacenar la mayonesa en el refrigerador y consumirla dentro del período recomendado para evitar el crecimiento de bacterias.
Aditivos y conservantes
La mayonesa comercial a menudo contiene aditivos y conservantes para prolongar su vida útil y mejorar su textura y sabor.
Algunos de estos aditivos, como los estabilizantes y los emulsionantes, pueden causar problemas de salud en personas sensibles o con alergias.
Además, muchas marcas de mayonesa contienen azúcares añadidos y sodio en cantidades significativas, lo que puede contribuir a problemas como la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2 y otras condiciones de salud relacionadas con la dieta.
Alternativas saludables
Dado que la mayonesa puede ser un riesgo para la salud al consumirse en grandes cantidades o cuando se maneja incorrectamente, es recomendable considerar alternativas más saludables.
Existen versiones de mayonesa reducidas en grasa y calorías, que utilizan ingredientes como el yogur griego en lugar del aceite, lo que disminuye significativamente el contenido calórico y en grasas.
También es posible preparar aderezos caseros utilizando aguacate, mostaza, o hummus, que pueden ofrecer beneficios nutricionales adicionales sin los riesgos asociados con la mayonesa tradicional.