En estos días de vacaciones de verano, muchas personas optan por viajar en avión para llegar cuanto antes a su destino. Sin embargo, no todas tienen la capacidad para aguantar en condiciones este tipo de trayectos. Ya sean sudores, mareos, vómitos, etc. o, simplemente, miedo a las alturas, hacen que esta experiencia se convierta en una tortura.
Aunque vencer, en este caso, a la aerofobia, exige ayuda profesional, es posible seguir una serie de consejos para hacer más llevadero viajar en avión. Si bien en cada persona es diferente, estas pautas contribuyen al bienestar personal.
Ocho consejos útiles
Gracias a estos pasos, podrás vencer a la aerofobia.
Prepara el vuelo
Trata de visualizar en tu casa la escena en el avión, sentándote en una silla y tratando de mantener la calma. Intenta que sirva de entrenamiento para la hora de la verdad.
Llega con tiempo
Llega temprano al aeropuerto para familiarizarte con el entorno y abordar el avión con tranquilidad. Esto es especialmente importante si sufres de aerofobia, ya que de este modo evitarás el estrés de llegar con prisas, lo que puede aumentar tu ansiedad durante el vuelo.
Elige el asiento
Siempre que te sea posible, elige tu asiento en el pasillo y no te sientes junto a la ventana, donde el miedo al volar y el vértigo se pueden unir. Si has podido reservar con la suficiente antelación, podrás elegir el lugar en el que te sientas durante el trayecto.
Aspectos técnicos
Los aviones son uno de los medios de transporte más fiables, gracias a rigurosos controles y revisiones. Conocer cómo funcionan y el proceso de formación de la tripulación puede ayudarte a sentirte más seguro, asegurándote de que estás en manos expertas.
Viaja acompañado
Si tienes esta posibilidad, viajar en compañía puede suponer un alivio, ya que de esta forma la persona que padece aerofobia no se sentirá sola y podrá compartir con alguien sus pensamientos. Viajar con un amigo o un familiar es una buena forma de distraerse.
Busca distracciones
Durante el vuelo, realiza actividades como leer o escuchar música relajante para no sentirte nervioso. Asimismo, hablar con tu compañero de viaje puede resultarte útil. Sea como sea, trata de evadirte y dejar de lado los pensamientos negativos.
Técnicas de relajación
Relájate en tu asiento y respira profundamente. Existen diversas técnicas de respiración que pueden ayudarte a calmar los nervios y reducir significativamente la ansiedad. Practicándolas, notarás cómo disminuye tu inquietud durante el vuelo.
Bebida y comida
Evita el alcohol por todos los medios, ya que puede aumentar la ansiedad, al igual que las bebidas energéticas, el café y el té, que incrementan la adrenalina. Tampoco comas en exceso y, en caso de necesitar fármacos, hazlo únicamente bajo supervisión médica.
Combatir la aerofobia
El tratamiento psicológico para combatir la aerofobia, o miedo a volar, se centra en técnicas que ayudan a gestionar y reducir la ansiedad asociada con los viajes en avión. Una de las formas más efectivas de tratamiento es la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)
Esta terapia trabaja sobre los pensamientos y creencias irracionales que alimentan el miedo. A través de la TCC, el paciente aprende a identificar estas creencias, cuestionarlas y reemplazarlas por pensamientos más realistas y calmantes.
Existen diversas técnicas para ello.
Exposición gradual
Además, la TCC incluye la exposición gradual al estímulo que provoca el miedo. Esto puede implicar primero imaginar un vuelo, luego ver videos de aviones, y eventualmente volar acompañado de un terapeuta o de manera controlada.
Desensibilización sistemática
Otra técnica útil es la desensibilización sistemática, donde se expone al paciente de forma gradual y controlada a situaciones relacionadas con volar, combinada con técnicas de relajación como la respiración profunda y la meditación, para contrarrestar la ansiedad.
Psicoeducación
La psicoeducación también juega un papel importante. Educar al paciente sobre la seguridad de los aviones, el entrenamiento de la tripulación, y cómo funcionan los vuelos puede desmitificar muchos de los miedos irracionales.