Para tener una vida plena es importante sentirse bien física y mentalmente, estar a gusto con uno mismo y verse bien. En determinados momentos de la vida, el cuerpo cambia y se cogen unos kilos que a veces son difíciles de quitar.  

En un empeño por recuperar la figura anterior, nos ponemos a la ardua tarea de bajar de peso, pero para conseguirlo no vale todo. Cientos de dietas milagrosas afloran en las redes sociales, pero es importante ser precavido y tener en cuenta sus efectos negativos.

Si uno se plantea adelgazar es importante hacerlo de una forma responsable y con hábitos saludables entre los que no puede faltar una dieta equilibrada, la práctica regular de ejercicio, una hidratación adecuada, una buena gestión del estrés y un correcto descanso.

Adelgazar tiene numerosos beneficios como la reducción del riesgo de desarrollar diabetes, depresión, apnea del sueño, impotencia, dolor de espalda, enfermedades cardiovasculares o algunos tipos de cáncer.

Sin embargo, si la pérdida de peso se produce de una forma excesiva o brusca, puede traer consigo algunos efectos indeseados como alteraciones hormonales, cambios en la piel o debilitamiento del sistema inmune, entre otros. 

Un hombre se mide con un metro el contorno de la cintura.

Consecuencias no deseables

Expertos de Solgar señalan algunos de los efectos no deseados más comunes cuando se pierde peso de forma rápida. Estos son:

1- Envejecimiento de las facciones. Una pérdida brusca de peso puede debilitar nuestra piel destruyendo la red de colágeno y fibras elásticas, así como provocar la pérdida de volumen facial, descolgamiento de la piel, sequedad y aparición de arrugas. El ácido hialurónico con colágeno puede ayudar a tratar la flacidez.

2- Trastorno gastrointestinal. Los cambios en la alimentación pueden provocar alteraciones digestivas y un cambio del ritmo intestinal. Por ello, es importante incorporar alimentos fermentados, como el queso o el yogur, que ayuden a reponer la flora intestinal. Además, al reducir la grasa en la dieta, la vesícula biliar no se contrae con tanta frecuencia, lo que puede facilitar la formación de cálculos biliares.

Una buena alimentación es indispensable para perder peso de forma saludable.

3- Deficiencias nutricionales. La reducción en la ingesta de alimentos puede provocar un déficit nutricional y acentuar los ya existentes como pueden ser la falta de vitamina D o hierro, así como una ingesta desequilibrada de ácidos grasos omega-3.

4- Caída del cabello. La salud del cabello también se puede ver afectada por la pérdida de peso y la posible deficiencia nutricional asociada. En la mayoría de los casos, la caída del cabello por la pérdida de peso es temporal y se resuelve una vez que el cuerpo se adapta a los cambios y se restablece una dieta equilibrada y una nutrición adecuada. 

5- Tristeza. Según un estudio de la University College London, la pérdida de peso puede aumentar el riesgo de sufrir depresión. "A menudo tenemos grandes esperanzas de perder peso", señala Alexis Conason, psicólogo clínico con sede en Nueva York. "Cuando perdemos peso, pero nos encontramos luchando con los mismos problemas, podemos sentirnos frustrados o desanimados". En este caso es importante dormir bien, alimentarse de forma saludable y, si es necesario, consultar a un psicólogo. 

6- Debilitación del sistema inmune. La reducción de la ingesta dietética disminuye la disponibilidad de los antioxidantes endógenos, pudiendo alterar el funcionamiento del sistema inmune, disminuyendo su capacidad para proteger el organismo.

7- Hambre a todas horas. Puede ser que el apetito se deba a que no se están tomando todas las calorías necesarias, a que estas no sean suficientes para la actividad diaria o a que el metabolismo aún no se ha ajustado a la nueva dieta. 

8- Mal humor. Una menor ingesta de hidratos de carbono puede no aportar a tu cerebro toda la energía que necesita para funcionar y para conservar el buen humor. Opta por alimentos con carbohidratos sin procesar como las frutas y las verduras, los cuales contienen fibra que te ayudará a sentirte más lleno, junto con antioxidantes y otros muchos nutrientes beneficiosos.

Si tienes sobrepeso, perder unos kilos te hará sentirte mejor. Eso sí, hazlo de forma responsable porque lo más importante es adelgazar con salud.