La mucofagia, o el acto de comerse los mocos, es un comportamiento que, aunque comúnmente asociado a la infancia, también se observa en adultos.

A pesar de que algunas teorías sugieren que esta práctica puede tener ciertos beneficios inmunológicos, la mayoría de los expertos en salud advierten sobre los riesgos y las consecuencias negativas de esta conducta.

El último ejemplo

Hace unos días, el debut de Países Bajos en la Eurocopa ante Polonia estuvo marcado por un momento viral: Ronald Koeman, seleccionador neerlandés, fue captado comiéndose un moco en el banquillo. 

El exentrenador del FC Barcelona olvidó que había cámaras alrededor y decidió meter uno de sus dedos a su nariz para buscar un moco.Tras sacar el dedo de su nariz, procedió a metérselo a la boca, comiéndose el moco.

Este instante ha tenido una gran repercusión en redes sociales, siendo sin dudarlo uno de los episodios que quedará para el recuerdo en este torneo.

Riesgos para la salud

Estos son los riesgos más comunes que representa la mucofagia para la salud:

Introducción de patógenos

Los mocos, o la mucosidad nasal, actúan como una trampa para bacterias, virus y otros patógenos que intentan ingresar al cuerpo a través del tracto respiratorio. Al ingerir estos mocos, las personas también están introduciendo estos patógenos en su sistema digestivo, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones y enfermedades gastrointestinales.

Dañar el tejido nasal

La repetida acción de hurgar y comer mocos puede causar daño al delicado tejido nasal. Esto puede llevar a hemorragias nasales, infecciones locales y un mayor riesgo de introducir más bacterias a través de pequeñas heridas o abrasiones en el interior de la nariz.

Una mujer se suena la nariz. NTM

Propagación de gérmenes

Las manos, que a menudo son utilizadas para recoger los mocos, pueden transferir gérmenes a otras partes del cuerpo o a otras personas, especialmente si la persona no se lava las manos adecuadamente después de hurgarse la nariz. Esto puede contribuir a la propagación de infecciones respiratorias como resfriados y gripe.

Aspectos psicológicos y sociales

Por otro lado, la mucofagia está asociada a ciertos factores sociales y psicológicos

Estigma social

La mucofagia es vista como un comportamiento inadecuado y antihigiénico en la mayoría de las culturas. Las personas que practican este hábito pueden ser objeto de burlas o rechazo social, lo que puede afectar su autoestima y sus relaciones interpersonales.

Indicador de estrés o ansiedad

En algunos casos, la mucofagia puede ser un indicio de estrés, ansiedad o trastornos compulsivos. Las personas que recurren a este comportamiento de manera habitual pueden beneficiarse de la consulta con un profesional de la salud mental para abordar las causas subyacentes.

Mitos y realidades

Existe un mito popular que sugiere que comer mocos puede fortalecer el sistema inmunológico al exponer el cuerpo a pequeñas dosis de patógenos, funcionando de manera similar a una vacuna. Sin embargo, esta teoría carece de evidencia científica sólida y los riesgos asociados superan cualquier posible beneficio.

Por todo ello, aunque la mucofagia puede parecer una conducta inofensiva, los riesgos para la salud y el bienestar social son significativos.

Es importante fomentar hábitos de higiene adecuados, especialmente en niños, y abordar cualquier comportamiento compulsivo con la ayuda de profesionales.

Mantener una buena higiene nasal y lavarse las manos regularmente son prácticas simples pero efectivas para prevenir infecciones y promover una buena salud.

Al comprender y comunicar los riesgos de la mucofagia, se puede mejorar tanto la salud individual como la colectiva.

Mujer sonándose los mocos Archivo