Sin duda, un tema difícil de enfocar y con muchos puntos de vista y sensibilidades distintas el que vamos a tratar hoy con Javier y David, miembros del equipo docente del área científico-tecnológica del Centro de Apoyo Escolar Eraiki Taldea.

Empecemos definiendo conceptos. ¿Qué es el analfabetismo científico?

Se concibe como la incapacidad de analizar opciones de forma analítica y sin consultar fuentes fiables y científicamente verificadas. Esto genera desinformación y provoca el auge de pseudociencias sin rigor científico y una mayor expansión de teorías conspiratorias, tales como el terraplanismo, los chemtrails (estelas químicas de los aviones), etc.

El analfabetismo científico se considera uno de los peligros más significativos para la sociedad, ya que nos convierte en una sociedad vulnerable e incapaz de tomar decisiones de futuro acertadas. Debemos impedir que los estudiantes jóvenes vean la enseñanza de las Ciencias como un enemigo o un reto insuperable, sino como uno de los ejes fundamentales para forjar nuestro futuro. Es obligación de toda la sociedad generar personas capaces de tomar mejores decisiones, más investigación e innovación, individuos menos susceptibles a caer en la desinformación y en tener la capacidad de una mejor elección de líderes.

Somos pequeños científicos desde el nacimiento

¿Por qué es relevante una enseñanza en Ciencias de calidad?

Hay un alarmante descenso de estudiantes en el ámbito científico-tecnológico a la par que aumenta la demanda de este tipo de puestos de trabajo en España. Actualmente, en España existen cerca de 10.000 puestos de trabajo vacantes en este ámbito por falta de profesionales cualificados y las previsiones indican que esta cifra seguirá subiendo en los próximos años.

Una sociedad con el avance tecnológico impedido se frenará el desarrollo de ámbitos tan fundamentales como la Sanidad, donde la falta de personal cualificado ya es palpable. Promover una enseñanza de las Ciencias atractiva y de calidad es de vital importancia para incentivar a los jóvenes a desarrollarse en este ámbito en el futuro.

¿Por qué piensan que el aprendizaje de materias científico-tecnológicas provoca rechazo o vértigo entre los estudiantes?

Los niños son pequeños científicos por naturaleza desde que son bebés. Para ellos, el mundo es un laboratorio y emplean el método científico continuamente de forma innata: utilizan la observación para hacerse preguntas y proponer una hipótesis que luego se lanzan a comprobar a través de la experimentación.

El estudio de las Ciencias en la educación obligatoria es totalmente contrario: se enseñan fórmulas y teorías que tratan de explicar realidades y hechos que el estudiante no ha llegado a cuestionarse nunca. En vez de enseñar a preguntar ¿Por qué? y cuestionar el mundo que los rodea para luego construir el conocimiento a partir de la curiosidad, el actual método de enseñanza obliga a los estudiantes a memorizar y memorizar para después vomitarlo todo en un examen, sin experimentación, sin razonamiento crítico, sin interés, sin curiosidad. Esto provoca un rápido desaprendizaje que dificulta la evolución del conocimiento.

El sistema actual acaba con la curiosidad natural del niño y éstos resuelven problemas de forma autómata para aprobar un examen, generando en muchos casos frustración con las ciencias y renegando de ellas en cuanto el sistema educativo lo permite.

Tampoco ayuda el estigma que generan el cine y la televisión, donde se aplaude al deportista guapo, aunque cateto, y se castiga al inquieto intelectual, tachándolo de rarito y empollón.

¿Cuál es la asignatura de Ciencias más temida por los estudiantes?

Claramente, las Matemáticas. Muchos estudiantes han acabado aborreciendo esta asignatura porque desde pequeños han tenido la percepción de que se les da mal; en muchas ocasiones, debido a alguna experiencia negativa relacionada con la asignatura en los primeros años de estudiante. El asunto no es que odias las matemáticas porque se te dan mal, sino todo lo contrario, se te dan mal porque las odias. El matemático y divulgador Eduardo Sáenz de Cabezón menciona el concepto de “ansiedad matemática” como el sentimiento de aberración hacia esta materia trasmitido por padres y maestros de forma consciente o inconsciente. Esto hace que un niño termine autoconvenciéndose de que las Matemáticas son difíciles y que no estará a la altura de conseguir dominarlas.

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¿Cómo se puede mejorar la enseñanza en Ciencias?

Según un estudio del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales de la Universitat de València, la falta de formación disciplinar del profesorado tiene una relación directa con este descenso en el interés científico por parte de lo alumnos. Esto genera de forma ineludible la necesidad de mejorar los currículos de las materias del Grado de Maestro en Educación Infantil y Primaria; así como una formación continua del profesorado para estar siempre al día en las innovaciones didácticas en materias. Es necesario hacer las ciencias menos teóricas y más experimentales, regresar al método científico e indagar en la inquietud y curiosidad de los niños.

En Eraiki, nuestro equipo docente, está en continua formación interna con miembros del equipo cuya función expresa es mejorar nuestra capacitación como profesores. Además, ponemos nuestros granitos de arena en la sociedad con el desarrollo de metodologías propias manipulativas y experimentales que nos dan grandes resultados con nuestros alumnos de Primaria: nuestro taller resolución de problemas, nuestro programa de cálculo mental y matemáticas manipulativas Kalkularte, etc. 

En muchos casos, logramos que el alumno recupere el gusto por estos contenidos y que retome la confianza que quizás en algún momento hubiera podido perder en sus primeros años de estudiante.

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