Resuelve las dudas a través de las redes sociales de una forma sencilla y entendible. No pone fecha al fin de la pandemia, es consciente de los cimientos que ha movido y removido este virus, entre ellos los de la política, y está a favor de la vacunas sin dudarlo, pero entiende los recelos que pueden producir en cierta parte de la población, por lo que no está de acuerdo con hacerla obligatoria. Es anestesista y sabe mucho del dolor de sus pacientes. Nunca se ha arrepentido de haber escogido esta especialidad, porque le da una visión amplia. Se ríe cuando hablamos de su recién descubierta popularidad: "Solo soy un divulgador, además de médico, que quiere que no haya bulos sanitarios".

Se ha convertido usted en todo un personaje...

Pues soy médico y poco más.

¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?

Fue durante la pandemia, cuando veo que todo está muy polarizado en el ambiente, que todo es blanco o negro, bueno o malo. En medicina, por desgracia, las cosas no son así. Hay una escala de grises muy importante, las decisiones son difíciles y nunca sabes si los tratamientos van a funcionar. Hacemos reuniones clínicas en las que cada médico piensa una cosa.

El ambiente está polarizado. ¿En el ámbito médico, social o político?

En todos los ambientes. Al principio de la pandemia, para muchos los sanitarios eran algo así como héroes que nos podían cambiar la vida, pero en este libro he querido darle a eso una vuelta de tuerca. Es verdad que un buen médico te puede cambiar la vida, pero creo que los pacientes también pueden cambiar la vida a los médicos. Son historias que me han sucedido a mí, historias muy intensas. Es mostrar cómo esas historias han cambiado de alguna forma mi historia.

¿Es bueno que el médico se involucre a niveles personales o es mejor la distancia y ver todo con frialdad?

Hay un capítulo del libro en el que hablo justo de eso. En la época en la que yo era estudiante tuve un paciente con el que me impliqué bastante y después no fue bien la cosa. Cuando eso ocurre te sientes muy mal, porque piensas que no has hecho bien las cosas. Me hice la promesa de no empatizar tanto con los pacientes, porque en aquel momento me sentía como si se hubiera muerto un familiar.

¿Lo superó?

Pasaron las semanas y me di cuenta de que las conversaciones que tuve con aquel paciente y lo que pasé con él me habían ayudado a tomar decisiones en mi vida que la habían mejorado. Soy consciente de lo importante que es empatizar con los pacientes, pero no solo por ellos, que lo agradecen, sino también por nosotros.

Con la pandemia hemos visto a divulgadores científicos muy opinadores, algunos incluso visionarios. No éramos conscientes de que había tanto experto.

Es que antes no nos habíamos prodigado mucho en la divulgación. En España hay grandes divulgadores y grandes especialistas en todas las áreas, especialistas que están trabajando en muchos países del mundo.

Pero, ¿no ha habido un exceso de divulgadores sobre la pandemia en los medios de comunicación?

Más bien hemos visto que hay grandes divulgadores, algunos incluso excepcionales.

Algunos muy visionarios han lanzado ya la fecha para el final de esta pandemia y en la mayoría de los casos no coinciden.

Me gusta que plantees este asunto. En todas las entrevistas me hacen la misma pregunta: ¿Cuánto queda? Y mi respuesta es que no tengo los posos del café a mano o las cartas del tarot. Uno de los problemas de la pandemia es que hemos querido poner fechas muchas veces. Lo de científico pronostica el fin de la pandemia creo que lo leo una vez al día, eso como mínimo.

¿Es serio pronosticar un día sí y otro también?

Hemos hecho muchos pronósticos y lo que consigue eso es generar ansiedad en las personas. Se nos dijo que iban a ser 15 días de confinamiento, luego otros 15, luego otro mes. Se nos dijo en 2020 que el verano y las Navidades no iban a ser iguales a los de siempre, pero que en 2021 iba a ir todo mucho mejor. La gente se desespera, está harta, y todo esto genera el caldo de cultivo perfecto para que se generen bulos.

¿Y estamos mejor?

Es obvio que sí. Está claro que las vacunas están jugando a favor, pero creo que dar fechas es un error. Con toda probabilidad te vas a equivocar y fomentarás la ansiedad de la gente.

Se vendió mal el mensaje de las vacunas. No eran esterilizantes, por lo tanto la inmunidad de rebaño no se podía alcanzar con ningún porcentaje de vacunación.

Bueno, desde los medios se vendió mal claramente.

¿Los medios? Fernando Simón, Pedro Sánchez, presidentes de comunidades o ministros de Sanidad hablaban de inmunidad de rebaño. Primero fue con el 70% de la población vacunada con pauta completa, después con el 85%...

Tienes razón. Algunos nos hemos cansado de explicar la función de las vacunas. Lo bueno de tener redes sociales es que los vídeos están en ellas desde hace un año. Ahí explicábamos que las vacunas no eran esterilizantes, que las vacunas no sirven para no contagiarse. Decíamos que los vacunados se contagiarían menos y contagiarían menos a los demás, y decíamos que las vacunas sirven para evitar la enfermedad en su forma más grave, que es lo que estamos consiguiendo.

¿Hay que gripalizar ya a este virus?

No sé si este es el momento. Creo que cuando tengamos un porcentaje más alto de población vacunada, si conseguimos que se vacune todo el mundo -y esto no es un problema de España y de Europa, sino un problema mundial-, es probable que se convierta en un virus endémico y podamos vivir de forma distinta a la de ahora.

Se han dejado de lado a muchas enfermedades no Covid para atender a este virus.

La necesidad que tenemos de gripalizar el Covid es que los pacientes tienen que poder ir a Urgencias también por otras enfermedades, tienen que poder ir a un centro de salud si se encuentran mal por otra cosa. Y lo primero que hay que hacer para convertir este virus en una gripe es reforzar la atención primaria.

¿Por qué escogió usted ser anestesista?

Me quería especializar en algo que me diera una visión global del paciente y de todas las patologías, y eso me lo permitía anestesia. Y también porque me gusta el trabajo en quirófano. A la vez, esta especialidad tenía la parte de críticos, de reanimación. Los anestesistas hemos llevado mucha parte del peso de las camas de críticos que ha habido durante la pandemia. Además, mi especialidad tiene la terapia del dolor. La verdad es que no me arrepiento de la decisión que tomé.

Según Forbes es usted uno de los 100 mejores influencer

Lo de llamarme influencer me sigue chirriando. Yo soy médico. Mi madre me dice que después de seis años de carrera, cuatro de especialidad y cinco para sacar la tesis, que me llamen solo influencer quiere decir que algo estoy haciendo mal. No lo digo solo por mí, también por los influencer, que considero un trabajo difícil. Hay personas que hacen un contenido maravilloso, unos vídeos estupendos. Imagínate que meten en esa lista a un tío como yo que graba sus vídeos con la cámara frontal del móvil y está hablando de cosas de medicina.

Es muy activo en redes. ¿Cuáles son las preguntas que más le hacen?

Según la fase de la pandemia, pero todas han girado en torno a esta enfermedad: vacunas, efectos adversos, el tema de los test de antígenos€ Cada momento ha tenido picos de preguntas muy relacionadas con lo que hemos estado viviendo durante todos estos meses, pero la más frecuente está relacionada con una pregunta tuya: ¿Cuándo va a terminar todo? ¿Cuándo vamos a volver a la normalidad real?

Porque, ¿cuánto se sabe de este virus? ¿Hay conocimientos certeros?

Tenemos muchos que, eso sí, vamos aprendiendo y desaprendiendo a lo largo de la pandemia, por supuesto, pero se han hecho grandes logros. No tiene nada que ver la situación de ahora con la de marzo de 2020. Hemos tenido ensayos clínicos con unos antivirales que están dando resultados y que mejoran a los pacientes que se nos ponen graves, tenemos vacunas, sabemos cada vez más de los contagios€ Creo que sí, que tenemos muchos datos del virus.

Pues a tenor de los bandazos políticos a la hora de imponer restricciones, la situación parece desconcertante.

Es que datos tenemos, pero que luego se utilicen para hacer unas políticas u otras es otra cosa. Ninguna patología se ha estudiado tanto y en tan poco tiempo a escala mundial.

Muchas personas dudan de la seguridad de las vacunas, y algunas también de su eficacia. La rapidez con la que han salido al mercado siembra dudas en el panorama.

Es normal tener recelos, pero diferencio a los negacionistas que niegan la pandemia de la gente que tiene recelo hacia las vacunas. Soy fiel defensor de las vacunas y creo que hay vacunarse, porque es lo que nos está sacando de esto, pero es normal tener recelo de algo nuevo. Soy anestesista pediátrico y digo: ojalá que todos los fármacos que utilizo a diario con niños tuvieran estudios en rangos de edad con miles de pacientes como ha habido con las vacunas.

Sin embargo, han estado y están en el ojo del huracán.

Todo resultado adverso a escala mundial se ha publicado, pero lo que puedo decir es que las vacunas están demostrando eficacia y seguridad. La mayoría de la gente no ha tenido efectos adversos graves, y muchos ni siquiera leves. Las vacunas son seguras, aunque eso no quiere decir que no se puedan dar ciertos efectos adversos graves, pero como sucede con cualquier fármaco.

Tres dosis en seis meses. ¿Puede continuar de esta forma el ritmo de vacunación?

Quizá no tenga sentido hablar de una cuarta o de una quinta dosis. Probablemente esa sería una estrategia errónea, por lo que sabemos del virus. Seguir poniendo dosis puede que no tenga sentido. Lo que es verdad es que se puede convertir en un virus estacional y que cada año la vacuna cambie un poco para cubrir las posibles nuevas variantes que puedan surgir, igual que sucede con la gripe, pero que nadie se extrañe por que se pongan tres dosis; en otras enfermedades también se pone el mismo número, luego no es algo tan nuevo.

¿Tendría que ser obligatoria la vacuna?

No, estoy en contra de obligar a la gente a vacunarse. Estoy a favor de la gente que tiene dudas en las vacunas y de resolver esas dudas con educación y tranquilidad. Estoy a favor de explicar por qué el beneficio-riesgo es a favor de las vacunas, pero no creo en obligar a la gente.

La mascarilla en exteriores ha sido un caballo de batalla...

Es algo que muchos científicos no han entendido bien y que ha generado desconcierto entre la población.

PERSONAL

Edad: 34 años.

Lugar de nacimiento: Madrid.

Formación: Licenciado en Medicina con especialidad de Anestesista.

Actividad: Trabaja en la Unidad de Pediatría como anestesista y especialista de reanimación y del dolor del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Es profesor colaborador en la Universidad Complutense desde 2014, en el Departamento de Toxicología.

Divulgación: Estos dos últimos años ha ejercido una labor divulgativa enorme en redes sociales, con una fluida comunicación para resolver dudas sobre el Covid-19, desmentir bulos y acercar la información a la población. Forbes le ha nominado como uno de los 100 mejores influencer. Ha publicado el libro Lo primero, la vida.