Hay pequeñas alertas que el cuerpo va emitiendo sobre problemas de salud. Avisos a tener en cuenta para evitar que la dificultad vaya a más y se convierta en una enfermedad grave y que hay que consultar cuanto antes. En los relativos a la visión destaca el dolor de ojos ya que suele ser "uno de los principales motivos" para visitar al especialista. Desde el Grupo Miranza indican que "no siempre es una pista indicativa de la gravedad del problema que se esconde detrás: una erosión superficial en la córnea puede ser muy dolorosa, mientras que enfermedades que amenazan la visión, como un desprendimiento de retina u otras patologías retinianas, por ejemplo, no duelen".
En otras ocasiones, los problemas se exteriorizan y se aprecian en el ojo. Así, el ojo lloroso, también llamdo epífora, se caracteriza "por un lagrimeo excesivo y constante, bien por una producción excesiva de lágrimas, bien por una obstrucción en el sistema de drenaje de las mismas". El ojo rojo también se ve exteriormente y "aunque muchas veces se atribuye a conjuntivitis no siempre es así" ya que "más de cincuenta dolencias oculares pueden dar este signo".
Otros de los síntomas son los flashes y destellos en los ojos, fotofobia, la aparición de manchas negras o zonas oscuras en el campo visual, la sensación de notar atenilla o un cuerpo extraño en el ojo o las moscas volantes también indican que no está funcionando bien el sistema visual.
También se producen síntomas palpables a la hora de utilizar la vista. Así, se pueden ver afectadas la visión central y la periférica. La primera zona está ligada a la mácula e influye de manera directa en la agudeza visual. Y su daño impide ver con nitidez y captar tanto los colores como la intensidad de la luz. Por otro lado, si se daña la visión periférica se crean obstáculos para la localización y el reconocimiento de la información visual que cada persona recibe.
Hay otros factores que tienen la señal roja al lado de que la vista no está bien. De esta manera, la visión borrosa de cerca, lejos o todas las distancias afecta a la agudeza visual. Según explican los especialistas del Grupo Miranza "el ojo presenta dificultades para enfocar los objetos del entorno que queremos ver y notamos que no los percibimos con total nitidez". Además, se puede producir la "visión distorsionada o metamorfopsia que es un problema visual caracterizado por la percepción de las imágenes de nuestro entorno con una forma y un tamaño alterados". Y por último se encuentra la, "también llamada diplopía, que es una anomalía visual que se produce cuando percibimos una imagen desdoblada en dos, en lugar de ver una sola representación". Todos estos síntomas hay que vigilarlos para cuidar la salud visual.