He aquí algunos alimentos adecuados para esta época estival por muchas razones, y sobre todo por tres: hidratan, protegen y no engordan.
Sandia. Esta fruta no solo es rica en licopeno, un antioxidante que protege la piel frente a las quemaduras y ayuda a contrarrestar las líneas de expresión y arrugadas provocadas por el exceso de sol. También, al ser un alimento muy rico en agua (alrededor del 90%), es ideal para la época estival, ya que mantiene el cuerpo bien hidratado.
Mango. Es una de las frutas con mayor concentración de vitaminas, al igual que los albaricoques, el melocotón y la papaya. Todas ellas son ricas en unos pigmentos llamados betacarotenos que no solo ayudan a conseguir un bonito y duradero bronceado, sino que hidratan, nutren y protegen la epidermis frente al envejecimiento prematuro.
Albaricoque. Destaca por sus propiedades laxantes gracias a su alto contenido en pectina, una sustancia que ayuda a mejorar el tránsito intestinal. Su color se debe a los betacarotenos, que favorecen la buena circulación sanguínea y aceleran e intensifican el bronceado. Además es un aliado clave para las mujeres que tienen flujos menstruales muy abundantes.
Pepino. El azufre que contiene es esencial para estimular la formación de colágeno y para proteger la piel. Ahora que no apetecen tanto las infusiones calientes, prueba a tomar agua con pepino y menta; es una bebida refrescante, adelgazante y depurativa que hará que te sientas más ligera y dejes de retener líquidos. Si tomas un litro al día durante un mes notarás los resultados.
Tomate. Esta verdura también es fuente de licopeno, antioxidante que contiene potentes cualidades antiinflamatorias que reducen los daños de la continua o excesiva exposición al sol en verano. Eso sí, al tratarse de una vitamina liposoluble, es importante tomarlo siempre con otro ingrediente graso, como por ejemplo un chorrito de aceite de oliva.
Kale. Destaca por su elevado contenido de agua, por lo que es una opción natural perfecta a la hora de hidratar, depurar el organismo y eliminar toxinas acumuladas. Asimismo, contiene minerales como el hierro y el calcio. Tiene también antioxidantes, concretamente carotenoides y flavonoides, cuya misión principal es impedir el envejecimiento celular.
Frutos rojos. Las bayas y los frutos rojos son pequeñas bombas de vitamina C, un antioxidante que inhibe los daños de los radicales libres causados por el sol. Además, esta sustancia participa en la formación de elastina, que mantiene la piel firme. Los frutos rojos también aportan minerales esenciales, necesarios para acelerar la recuperación de las células ante la radiación.
Naranja. (Y también el limón y el pomelo). Todos estos cítricos contribuyen a la formación de colágeno en el cuerpo, una proteína que ayuda a prevenir la flacidez. Pero hay que recordar que no se debe apartar el hollejo blanco que recubre cada gajo, porque contiene herperidina, una sustancia que ayuda a bajar el colesterol malo y a mejorar la circulación sanguínea.