Estamos viviendo una situación nueva para todos. Sobre ella cierna mucha incertidumbre. No sabes cuándo va a acabar ni como atajarla al 100% realmente hasta que no haya una vacuna disponible. Debemos protegernos y proteger a los demás. Nos tenemos que acostumbrar a esta nueva vida y a muchos, esto puede generarles ansiedad.
Mario Alonso Puig es médico especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, y ha dedicado gran parte de su vida a explorar el impacto que tienen los procesos mentales en el despliegue de nuestros talentos y en los niveles de salud. Frente a este tipo de situaciones recuerda cómo muchas veces estamos atrapados en patrones limitantes que no nos dejan abrir nuevas posibilidades en nuestra vida.
Este doctor es el autor de 'Reinventarse. Tu segunda oportunidad' (Plataforma Actual), un manual que ya va por su 35 edición y que intenta aportar las claves para adaptarnos a nuevas realidades. En él cuenta, tal y cómo confiesa en una entrevista con Infosalus, que estamos muy habituados a ser dirigidos por patrones mentales que han funcionado bien en el terreno conocido, pero que ahora, que estamos en una nueva realidad, debemos abrirnos mentalmente, porque si no no saldremos adelante.
"Debemos abrirnos para explorar cuáles son los nuevos patrones para adaptarme y progresar en un entorno nuevo. La reinvención es el camino que nos permite ampliar la forma de ver las cosas, es un camino para aprender a pensar de otra manera, a sentir de otra manera, y a actuar de forma que esa nueva forma de pensar, de sentir, y de actuar me den más opciones para salir adelante en un mundo que tiene unas nuevas referencias. Por eso, reinventarse no implica ser distinto a quien eres, pero sí a tu forma de estar y de cambiar en el mundo porque sino no podré adaptarme al nuevo entorno", afirma.
Por eso, el experto insiste en que toda situación marcada por unos cambios importantes, como la crisis pasada de 2008, o la actual crisis del coronavirus, "nos presentan nuevas realidades que nos piden que descubramos cuáles son los nuevos patrones que operan en esta nueva realidad y nos permitan tener éxito a la hora de adaptarnos"; todo este proceso es la reinvención, según asegura.
Aquí recuerda que el ser humano, y por el tipo de mente que tiene, según justifica, prefiere lo malo conocido a lo bueno por conocer. "Prefiere lo familiar a todo lo que no lo sea aunque eso que no es familiar pueda ser mucho mejor que lo familiar. El ser humano, a pesar de ser inteligente, se obsesiona yendo por el mismo sitio, es como si no se le pasara por la cabeza que tiene más opciones; y esto supone para muchos una fuente constante de ansiedad. Ese apego a los patrones fijos de actuación es el que genera la ansiedad porque no se tiene lo que antes se tenía, se desea lo de antes, pero no se buscan alternativas para construir lo que antes se tenía. De ahí las trampas tan limitantes", según advierte.
En cuanto a los síntomas de la ansiedad, a nivel físico normalmente dice que aparece como una sensación de opresión, de angustia, de ahogo, y suele acompañarse de cambios en el patrón respiratorio, de rigidez del rostro. "Desde punto de vista mental existe una tendencia constante de irse al pasado para lamentarse, o bien de acudir al futuro para preocuparse de lo que pueda suceder, ya que sus consecuencias no van a ser buenas. Por lo que estas personas con ansiedad nunca están en el presente", añade.
A su vez, menciona que desde punto de vista anímico se tienen dos sensaciones muy limitantes, la impotencia y la desesperanza, y por eso argumenta que la ansiedad y la depresión "son primos hermanos". A su juicio, además, el "principal problema" de la persona con ansiedad es que tiende a aislarse y a encerrarse en sí misma, de forma que es más difícil ayudarla.
El papel de la responsabilidad social en esta pandemia
Detrás de los cuadros de ansiedad está siempre el ego humano, según recalca el doctor, es decir, que todo gire alrededor de uno mismo, el 'cómo me siento yo', lo que yo quiero, deseo, o necesito. "Por tanto, por su naturaleza, se desinteresa de lo que les pasa a los demás", indica.
Ahora bien, recalca que cuando nosotros tomamos esta actitud de responsabilidad, por ejemplo, al llevar la mascarilla no ya por no contaminarme, sino también por no contaminar a otras personas en caso de que sin saberlo pueda tener el virus, cuando yo hago eso estoy trascendiendo y yendo más allá de mi ego.
"Esto hace que se reduzca la ansiedad o llegue a desaparecer. Por eso, es tan importante pensar en los demás en estos momentos. No sólo hay que considerar que yo o mi familia no se contagien, sino que también tienen que importarnos los demás, aunque físicamente no los conozcamos", destaca el experto, al tiempo que considera que lo que realmente acabará con el virus será la vacuna pero también la solidaridad humana, "si no tendremos otro problema", advierte.
Con ello, rechaza frontalmente la idea de resignarse frente a esta nueva realidad, "esta palabra es devastadora", según afirma, porque cree que es sinónimo de claudicar. Por lo que, para reducir lo máximo posible la ansiedad que pueda generarnos esta nueva realidad, o simplemente lograr un camino más fácil a la hora de adaptarnos, para ello propone tener en mente la palabra 'aceptar'.
"Aceptar no es claudicar, sino asumir que estamos ante una nueva realidad. La persona que se resigna ve qué hay, y se siente y declara impotente. Sin embargo, la que acepta, la reconoce, y pone en marcha diferentes recursos para hacerle frente", aconseja.
"Sabemos que cuando una persona no acepta la nueva realidad y quiere volver a lo de antes, ser resiste a lo nuevo, o se resigna, claudica, se activan unos núcleos en el cerebro, los núcleos amigdalinos que producen cambios en el cuerpo y en el cerebro, y por ejemplo parte de la sangre que tendría que ir a las regiones prefrontales del cerebro se va a la musculatura, con lo cual la persona ve reducida y muy limitada su capacidad de analizar de manera precisa una determinada situación, de aprender cosas nuevas, se bloquea la creatividad y la capacidad de entender la relación de los distintos elementos de la nueva realidad", relata el experto.
Por eso, según insiste Mario Alonso Puig, es muy mala opción el añorar un pasado que no volverá, sino que debemos abrazar la nueva realidad sabiendo que todas las realidades tienen sus peligros, y realidades.