La alimentación es clave para la salud (somos lo que comemos, dice el aforismo), y también es importante conocer las propiedades y beneficios de cada uno de ellos. He aquí un listado con veintidós, que pueden ser perfectos para este verano sin ir más lejos.
El bonito del norte, el rey marino de las proteínas. De plena temporada, este pescado azul muy popular en nuestra gastronomía destaca por sus múltiples cualidades nutricionales. Para empezar, es una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico, así como de ácidos omega-3 y ácido fólico. Por otro lado, es muy rico en minerales como el potasio, el fósforo y vitaminas A, D, B9 y B3. Además, su aporte calórico es moderado, por lo que es uno de los productos perfectos para mantener una dieta sana y equilibrada.
El melocotón despierta el deseo. En Oriente, los melocotones son el fruto que simboliza los genitales femeninos y sus jugos los efluvios vaginales. Saborear su dulce y aromática pulpa es un placer para los cinco sentidos y pueden actuar, además, como un estimulante del instinto carnal. Para preparar un postre de marcado efecto afrodisiaco se mezclan melocotón, papaya, uva, melón y mango, y se riega con zumo de limón aromatizado con canela, jengibre y cardamomo.
Las pipas regulan el peso. Ricas en vitamina E y en triptófano, las pipas de girasol pueden resultar un producto indispensable si quieres regular tu peso. Debido a su poder saciante, ayudan a evitar el picoteo entre horas de otros alimentos que pueden resultar más perjudiciales y más propensos a engordar. También aportan calcio, que hace que los huesos estén cada día más fuertes. De hecho, los médicos se las recomiendan a los pacientes con descalcificación ósea. Pero además, a la vez que ayuda a controlar el peso, potencia una piel radiante porque el aceite natural que poseen las pipas contribuye a que el cutis esté hidratado por más tiempo.
Sandía para todo el verano. Además de deliciosa y refrescante, esta fruta es rica en licopeno, un antioxidante que protege la piel frente a las quemaduras y ayuda a contrarrestar las líneas de expresión y arrugas producidas por el sol. Es un alimento rico en agua -contiene alrededor del 90%- , ideal para la época estival, ya que mantiene el cuerpo bien hidratado.
Tomate, un gran antioxidante. Esta verdura también es fuente de licopeno, antioxidante que contiene cualidades antiinflamatorias que reducen los daños de la excesiva exposición al sol. Eso sí, al tratarse de una vitamina liposoluble conviene tomarlo con otro ingrediente graso, como un chorrito de aceite de oliva.
Mango, si necesitas vitaminas. Es una de las frutas con más concentración de vitaminas, al igual que los albaricoques, el melocotón, la papaya€ Todas ellas son ricas en unos pigmentos llamados betacarotenos que, no solo ayudan a conseguir un buen bronceado, sino que hidratan, cuidan la piel y le aportan un plus de luminosidad.
Requesón, ideal en el embarazo. Este lácteo es una fuente importante de calcio y fósforo, nutrientes esenciales para reforzar la salud de los huesos durante la gestación. También contiene una alta cantidad de folato, que ayuda en el desarrollo fetal, produciendo glóbulos rojos y manteniendo el corazón saludable.
El vinagre reduce el azúcar en sangre. Una investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Atenas en Grecia concluyó que añadir vinagre de manzana a los alimentos habituales puede reducir hasta un 42% los niveles de azúcar en sangre y de insulina entre los pacientes con diabetes tipo 2. Otro estudio realizado por la Asociación Americana para la Diabetes confirmó que el ácido acético del vinagre ayuda a rebajar los niveles de glucosa porque evita la digestión completa de los hidratos de carbono complejos.
Las chufas acaban con el cansancio. En verano siempre apetece un horchata de chufa, una sana bebida que carga las pilas al instante gracias a la riqueza de la chufa en Omega 9 y en vitaminas C y E, nutrientes con efectos muy positivos para tratar estados de nervios, estrés o fatiga extrema. Es recomendable tomarla natural y sin azúcar añadida para evitar el exceso de calorías.
El té es diurético, pero no adelgaza. Muchas personas piensan que beber té adelgaza, pero esto no es así. Es cierto que el verde tiene propiedades antioxidantes y diuréticas, pero no ayuda a perder peso si no se acompaña de una vida saludable. Además, aunque existen diferentes tipos de tés y se puede llegar a pensar que provienen de distintas plantas, todos se extraen de la misma: la Camellia sinensis, originaria de China.
Aceite de coco para eliminar el sarro. Realizar enjuagues diarios con una cucharada de aceite de coco ayuda a eliminar el sarro y la placa dental, ya que su alto contenido en ácido láurico le confiere propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Además, un estudio científico demostró que este producto orgánico puede ayudar a destruir la bacteria responsable de erosión dental y otras molestias bucales.
El zumo de manzana depura toxinas. Esta fruta es una saludable opción para limpiar nuestro organismo porque es rica en pectina, un tipo de fibra soluble capaz de remover los desechos intestinales y favorecer la eliminación de toxinas. Además, posee una serie de ácidos orgánicos con efecto alcalinizante que promueven el crecimiento de la flora intestinal benéfica. Comer una cada día o tomar un zumo natural de manzana por la mañana ayudará a depurar el organismo.
Comer tofu cuida el corazón. Una investigación de la Escuela de Medicina de Harvard y el Hospital de Brigham and Women's de Estados Unidos ha demostrado que comer tofu y otros alimentos ricos en isoflavonas una vez a la semana reduce en un 18% el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca. Este beneficio resulta mayor en mujeres jóvenes y en posmenopáusicas que no toman hormonas.
La merluza, buena para el cerebro. No es de extrañar que sea el pescado más consumido por la población del Estado; además de su delicioso sabor, tiene una gran riqueza de minerales y vitaminas. Entre ellas destacan las del grupo B, con propiedades energéticas y muy necesarias para el buen funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso.
Los albaricoques reducen la anemia. Esta fruta es muy rica en hierro y también contiene pequeñas cantidades de cobre, que permite al cuerpo absorber mejor el hierro, por lo que su consumo ayuda en la producción de hemoglobina y evita el riesgo de padecer anemia. Su ingesta está muy recomendada, sobre todo, para las mujeres que tengan flujo abundante y también para las embarazadas.
Pipas de calabaza para la próstata. La hipertrofia benigna de próstata (agrandamiento de esta glándula) afecta a muchos hombres a partir de los 50 años, y numerosos estudios han demostrado que comer pipas de calabaza puede ser muy beneficioso para frenar este trastorno. La explicación se encuentra en que estas semillas son muy ricas en cucurbitina y zinc, nutrientes que pueden llegar a reducir el tamaño de la próstata en caso de agrandamiento y también ayudan a disminuir la necesidad de orinar por la noche.
La cebada favorece la lactancia. Diversos estudios han demostrado que los azúcares presentes en este cereal pueden favorecer el aumento de la producción de leche materna, por lo que su ingesta está muy recomendada en mujeres que se encuentren en periodo de lactancia. Se recomienda consumirla en forma de cremas, sopas, salteados o en ensaladas, infusiones o simplemente remojada en agua.
Cigalas contra los acúfenos. La Asociación Estadounidense del Tinnitus sostiene que las vitaminas B y el zinc pueden aliviar los síntomas de este trastorno auditivo y, en ese sentido, las cigalas son una gran fuente de estos nutrientes. Destaca, sobre todo, su riqueza en vitamina B12 y B3 (o niacia), cuya carencia agrava las molestias ocasionadas por los acúfenos. Aumentar el consumo de este marisco de forma moderada (puesto que en exceso incrementa los niveles de ácido úrico) es una buena manera de prevenir y mejorar los molestos pitidos en el oído.
Helados de crema, fuente de calcio. Son uno de los caprichos del verano y resulta casi imposible renunciar a ellos. Los helados cremosos, hechos con leche, aportan proteínas, calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio y vitamina A, B2 y B6, según la Asociación Española de Fabricantes de Helados, y son buenos para cuidar nuestros huesos y dientes. Eso sí, para que no resulten calóricos, elígelos siempre artesanales, que tienen solo un 6% de contenido en grasa y son aptos para personas con diabetes.
El limón evita los hongos vaginales. Para contrarrestar la proliferación de estos microorganismos en la zona íntima se deben consumir alimentos alcalinizantes que ayuden a equilibrar el pH de nuestro organismo. El limón es uno de los mejores, así que si sufres candidiasis, toma cada mañana un zumo de limón o adereza tus platos e infusiones con esta ácida fruta.
Almendras, pasión a flor de piel. La dulce fragancia que emana el aceite de almendras induce a la pasión en las mujeres, según un reciente estudio. Quien quiera estimular su energía sexual o la de su pareja puede utilizar esta loción como aceite de masaje. Para multiplicar su efecto afrodisiaco, una recomendación es añadir a la dosis empleada una gota de aceite esencial de ylang ylang, de sándalo, de jenjibre o de cardamomo.
Los paraguayos, escudo anticáncer. Esta hidratante fruta de verano posee unas importantes propiedades antioxidantes, gracias a su alto contenido en vitamina C y carotenos, que combaten contra los radicales, libres, refuerzan el sistema inmunológico y son un potente escudo anticáncer, previniendo los tumores de estómago.