Entre las localidades guipuzcoanas de Errenteria, Astigarraga y Oiartzun, se elevan un pequeño grupo de cimas, en cuyas barrancas se esconde una de las grandes joyas de la arqueología vasca: el grupo de cuevas de Aitzbitarte. Pero también guarda los secretos de la vieja mitología, presentándose como una de las moradas de los denominados animales míticos. Junto a ellas, encontramos el área de recreo de Listorreta, con mesas y parrillas, así como un amplio parking donde aparcar y comenzar a caminar. 

Una vez en Listorreta, caminamos unos pocos metros por el asfalto y rápidamente un sendero sale a nuestro encuentro hacia la derecha, justo cuando la pista empieza a ascender. Tomamos este camino empedrado, que sigue las balizas de un sendero de Pequeño Recorrido (PR), y nos introducimos en el bosque. Vamos ascendiendo hasta que el camino sale a la pista asfaltada que da acceso al caserío Idoia. Llegamos a un cruce, donde seguimos hacia la izquierda, por la pista asfaltada, y llegamos al caserío Susperregi, tras unos 300 metros de caminar desde el cruce. Continuamos otros 300 metros, hasta el caserío Idoia, donde encontramos un restaurante. Frente al caserío sale una pista que cierra una valla metálica, la cual debemos tomar, para ir ascendiendo, ganando altura paulatinamente, hasta llegar al conocido collado de Malbazar, donde nos espera un interesante robledal. Las vistas se abren dominando un extenso horizonte, con picos como Ernio, Jaizkibel, Aldura, e incluso el Cantábrico. Seguimos el camino de frente para pasar rápidamente por el collado Zilegi y continuar internándonos en un pinar, pegado a una alambrada, Llegamos a un cruce balizado con pintura blanca y amarilla cuyas marcas nos indican que debemos seguir a la derecha, hasta alcanzar el paraje de Pagosarde. En este punto encontramos un refugio libre, rodeado de un precioso grupo de hayas, idóneo para un descanso.

Pinturas milenarias

Aquí abandonamos el camino que se dirige al pico Aldura para cambiar totalmente de dirección hacia la derecha. Un nuevo cruce sale a nuestro camino y seguimos hacia la izquierda, siguiendo las balizas rojas y blancas de un sendero de Gran Recorrido (GR). El sendero, en descenso, llega a otra bifurcación, donde abandonamos las balizas para seguir por la derecha, en dirección a Listorreta. Estos cruces están perfectamente balizados, por lo que el paseo no entraña riesgo de pérdida. El sendero baja rápidamente hasta el regato de Landarbaso; el camino acaricia el río y pasa junto a dos antiguas caleras. Pronto comenzamos a ver las cuevas que forman el conjunto de Aitzbitarte, la mayoría cerradas para preservar las joyas que ocultan. 

Se trata de un conjunto de cavernas, seis en concreto, que atesoran elementos arqueológicos de enorme importancia. Por ejemplo, en la cueva de Aitzbitarte IV, un grupo de espeleólogos descubrió en el año 2017 varias pinturas y piezas de excepcional relevancia en la arqueología europea. Se trata de 15 representaciones de caballos y bisontes, así como de dos vulvas, algo único en estos lares. Estamos ante unas trazas que pueden tener 14.000 a 16.000 años de antigüedad, por lo que se procedió al cierre de la cavidad para su preservación. 

En estos parajes habitaron los humanos desde hace milenios y vieron en ellas la morada de seres aterradores, moradores de las entrañas de la tierra. Una leyenda nos lo cuenta así:

“Dicen las leyendas que en las cuevas de Aitzbitarte, moraba antaño un genio en forma de novillo, conocido con el nombre de Ahatxe”

Estos genios, pertenecen al ciclo de animales míticos, que en muchos casos son los protectores de los tesoros que se ocultan en el subsuelo e incluso de la propia diosa Mari. Probablemente, en su origen cada uno de estos animales tendría una función específica y determinada, de carácter positivo, benéfico e incluso protector, otorgándoles diferentes virtudes medicinales y curativas. Con la llegada del cristianismo, a estos seres se les da unas características de carácter negativo, pasando a ser peligrosos para el hombre, y vinculándolos al diablo.

Sus formas son múltiples, Ahatxe -novillo-; Zezengorri -toro rojo-; Txekorgorri -Becerro rojo-; Txaalgorri -ternera roja-; Beigorri -vaca roja-; Zaldi -caballo-, generalmente blanco; Aari -carnero-; Ardi -oveja-; Aker -macho cabrío-; Auntz -cabra-; Urde -cerdo-; Txakur -perro-; y Buitre 

Jugamos a perdernos por los preciosos rincones que guardan las cuevas y seguimos descendiendo. En breve, topamos con una pista que va hacia nuestra derecha y sube hasta la carretera de Listorreta.

FICHA TÉCNICA


  • ACCESO: A este punto se llega desde la carretera GI-2132, que une Oiartzun y Astigarraga; un desvío señalizado nos lleva hasta la zona de recreo de Listorreta.
  • DISTANCIA: 9 kilómetros
  • DESNIVEL: 400 metros
  • DIFICULTAD: Media