Para escapar de la vida cotidiana cada vez gusta más vivir experiencias únicas. Especialmente tras la pandemia, ha surgido la necesidad de disfrutar de escapadas que nos conecten con la naturaleza, y de ahí que los alojamientos en cabañas y casas de madera se estén convirtiendo en un fenómeno de moda. Por estos lares han surgido empresas que permiten disfrutar de casas encaramadas en los árboles, iglús de madera ubicados en pleno bosque, tipis indios... Pero en esta ocasión proponemos alojarse en una cabaña en medio de un lago.
En Le Domaine des Vaulx, muy cerca de Laval (en el Loira Atlántico), Flavie y François-Nicolas convirtieron su finca familiar en un pequeño paraíso natural para amantes de la naturaleza que buscan vivir una experiencia única. ¿Cómo? Durmiendo en una cabaña flotante que, solo con imaginarla, ya te traslada a un remanso de paz y bienestar.
Se llama Belle-Ille y sus vistas al agua y al frondoso bosque que lo rodea ayuda a disfrutar de un ambiente relajante e íntimo.
Sólo es posible acceder en barca y la cabaña dispone de una terraza, una cama doble y una cama individual. Además cuenta con un baño seco (hay instalaciones sanitarias disponibles en las cercanías).
Hasta el más mínimo detalle está pensado, y para comer, se pueden recoger unas cestas preparadas (desayunos, comidas y cenas) en el embarcadero.
Naturaleza y más
El Dominio de Vaulx, ubicado en la provincia de la Mayenne, en la región del Loira Atlántico, está en el corazón de un entorno natural con grandes bosques y lagos, perfecto para quien busca disfrutar de la naturaleza y de algunos de los pueblos más bonitos de Francia.
Proponemos descubrir Laval, una ciudad conocida por su imponente castillo medieval, sus pintorescas calles empedradas y su ambiente histórico y cultural. Situada a orillas del río Mayenne, ofrece una combinación única de patrimonio, naturaleza y modernidad.
No muy lejos se encuentra el pueblo de Sainte-Suzanne, que figura en la lista de Los pueblos más bellos de Francia –una etiqueta que se otorga a los pueblos de menos de 2.000 habitantes que poseen un rico patrimonio natural y arquitectónico–, un encantador pueblo medieval con su castillo, sus calles adoquinadas, sus casas de entramado de madera y un rico pasado histórico.
Por último, en un escenario campestre igual de idílico, con sus bosques y estanques, no hay que dejar de visitar la Abadía de Clairmont (en el municipio de Olivet). Se trata de una abadía cisterciense del siglo XII de gran belleza arquitectónica que se puede recorrer con visitas guiadas.
Turismo
Naturales o artificiales, los lagos en Francia abundan y son uno de los destinos turísticos favoritos para los amantes del relax y los deportes acuáticos. Por ello, no es raro que el sector turístico cuente con una amplia oferta de alojamientos en sus orillas, pero también sobre el agua. Existen dos opciones, la más común son las casas flotantes que están conectadas por una pasarela de madera con tierra firme, y la más especial, por su aislamiento, son las que se han colocado en mitad del agua.