l río Aragón se mueve perezoso a la altura de Gallipienzo. De aguas verdes y tranquilas, conoce bien la historia de este pueblo. Vio llegar a los romanos, transportó a los musulmanes, al propio califa de Córdoba, Abderramán III, cuando en el año 925 subió desde Carcastillo por sus aguas a la conquista de estas tierras cristianas. Ha contemplado las luchas intestinas entre nobles y reyes; ha escuchado a sus pobladores hablar en euskera, antes de que fuera prohibido en los inicios del siglo XVII, cuando convivía con total naturalidad con la lengua romance. Ha vivido, en fin, el nacimiento del reino de Navarra, pues Gallipienzo formó parte del corazón de este. La villa fue punto estratégico para el cuidado y la vigilancia de las fronteras durante la Edad Media.
Arriba en lo alto está la iglesia de San Salvador, con vistas excepcionales. Este elegante templo gótico tiene muros potentes, altos y fuertes que se elevan imparables en el ábside para contrarrestar el desnivel. Es por ello que edificaron bajo el altar una cripta, la de Santa Margarita, de esencia románica tardía. Guarda en su interior restos de frescos medievales y parte de la policromía original. Ejerció como parroquia hasta finales del siglo XVIII, cuando fue defenestrada por los sudores que costaba a los feligreses subir por estas cuestas. Para entonces ya habían construido más abajo otra iglesia, la de San Pedro, con acceso más cómodo.
Una ruta bien señalizada nos permitirá callejear sin perdernos en el laberinto de calles empedradas, escalones de cantos rodados, cuestas pronunciadas y callejones. No nos cruzaremos con muchos vecinos, son pocos los que aquí residen. Entre una decadencia visible, el casco urbano esconde casas señoriales con escudos nobiliarios, revocados que nos hablan del pasado, fachadas de sillarejo, rincones con encanto sobrados de ancianidad, callejones estrechos, escaleras y rampas de empedrados medievales. Por la noche, ajeno a la contaminación lumínica, se convierte en un auténtico observatorio sobre el que cielo se despliega en todo su esplendor.
Con una superficie aproximada de 35 Ha, forma parte de las estribaciones de la sierra de San Pedro y se asoma a la orilla izquierda del río Aragón. Su vegetación es sobre todo carrascas (Quercus rotundifolia), coscojas (Quercus coccifera), bojes (Buxus sempervirens), enebros (Juniperus oxycedrus) y sabinas (Juniperus phoenicea). Es Zona de Especial Protección de Aves, ya que en sus acantilados de areniscas y conglomerados anidan buitres, alimoches, águilas perdiceras y reales, quebrantahuesos, cernícalo común y búho real.
Partimos de la calle Mirador, poco después de entrar en el pueblo, en el punto donde se ubica un antiguo taurobolio, una piedra de sacrificios con una cabeza de toro labrada, así como otras piezas romanas (hay carteles con información al respecto). Bajamos por la calle Norte y calle Sol, bordeamos el pueblo, para desembocar en la calle el Abrigo. Por el aparcamiento del hotel Heredad Beragu tomamos un sendero que desciende hasta el puente romano sobre el río Aragón, y cruzamos. Al otro lado continuamos hacia la derecha por el sendero que discurre junto al río, y en pocos metros alcanzamos la fuente de Kaparreta con abrevadero. Enfrente, coronando la montaña, se dibuja una bella postal de Gallipienzo.
Seguimos, sin pérdida posible, el sendero, que más adelante gira a la izquierda al tiempo que se adentra, en continua subida, por el silencioso paisaje boscoso. Encontraremos una bifurcación e iremos por la izquierda, aún en ascenso, hasta un nuevo desvío, a unos cinco kilómetros del punto de inicio, en donde iremos hacia la izquierda, al tiempo que iniciamos el descenso. Pasamos junto a unos campos con almendros y enseguida abandonamos los dominios de la reserva para retornar al puente medieval.
Una vez en el otro lado, para no volver al núcleo urbano por el mismo sendero de la ida; giramos a la derecha y continuamos hasta encontrarnos con un sendero a la izquierda señalizado con un letrero de madera: "Fuente Vieja / Iturri Zaharra". Vamos por él custodiados por campos de labranza, y tras una curva a la izquierda nos topamos con la fuente, restaurada y en buen estado, aunque sin agua. Ascendemos de nuevo hasta alcanzar el núcleo de Gallipienzo.
Merindad de Sangüesa / Zangoza.
Desde Iruñea tomamos la A-21 hasta la salida 35 y nos dirigimos hacia el Alto de Aibar por la NA-534. Atravesamos Aibar y, casi al salir del pueblo, tomamos la carretera NA-8606 primero y derivamos en un cruce en la NA-5320, que nos lleva hasta Gallipienzo antiguo.
Consorcio Turístico Tierras de Javier/Xabierren Lurrak. www.tierrasdejavier.com. Ayuntamiento de Gallipienzo: Tel. 948 879 014.
Circular. 8,7 kilómetros.
Muy baja.
3 horas.
542 m en ascenso y 368 en descenso.
Rutas por Euskal Herria
DEL LIBRO: Pueblos con encanto de Navarra
TEXTO Y FOTOS: Argiñe Areitio y Hektor Ortega